Más de 10 mil camellos salvajes serán sacrificados durante los próximos días, en el sur de Australia, por orden de los líderes aborígenes en las tierras de Anangu Pitjantjatjara Yankunytjatjara (AYP), una de las regiones que ha sido severamente castigadas por la sequía.
El sacrificio será ejecutado a partir del miércoles, por francotiradores a bordo de helicópteros en una matanza que durará alrededor de cinco días, según algunos reportes.
¿Por qué se ordenó la matanza de los camellos?
La orden fue emitida ante las protestas de comunidades que se quejan por la constante invasión de las criaturas salvajes a sus propiedades, en busca de agua.
Además, los inconformes acusan que los animales beben mucha agua y también se dicen preocupados porque están contribuyendo al calentamiento global mediante sus gases, que emiten metano equivalente a una tonelada de dióxido de carbono al año.
Tim Moore, director ejecutivo de los especialistas en agricultura de carbono RegenCo, abundó que un millón de camellos salvajes emiten al ambiente alrededor de una tonelada de CO2 por año, el equivalente a 400 mil autos adicionales en la carretera.
Marita Baker, miembro de la junta ejecutiva de APY, detalló que los animales los tienen atrapados “en condiciones apestosas e incómodas”, pues derriban las cercas y entran a sus casas para llegar al líquido vital.
Habitantes buscan beneficiarse con créditos por el sacrificio de camellos
De acuerdo con el Plan Nacional de Manejo de Camellos Salvajes, la población de camellos salvajes puede llegara a duplicarse cada nueve años si no se lleva a cabo un plan de control de plagas.
Considerando las elevadas emisiones de metano que se eliminarán con el sacrificio de los camellos, la APY ha pedido que se les recompense con la adjudicación de créditos de carbono.
Autoridades ambientales rechazan petición
El Departamento de Energía y Medio Ambiente ha expresado su rechazo a la petición, al señalar que las emisiones de los animales salvajes no deberían considerarse en la estimación de emisiones de un país, ya que no están bajo gestión doméstica.
“Australia no informa sobre las emisiones de animales salvajes. Por lo tanto, las actividades que cambian las emisiones de los animales salvajes no pueden estar sujetas a un método del Fondo de Reducción de Emisiones, ya que no pueden dar lugar a una reducción de carbono elegible y no pueden contribuir a los objetivos de reducción de emisiones de Australia”, precisó la dependencia.
Con información de Daily Mail.