La mujer que mató a una niña de 3 años mientras fungía como su niñera en marzo del 2018, fue finalmente condenada por asesinato este miércoles 8 de mayo, recibiendo una pena de 18 años en prisión antes de que pueda solicitar libertad condicional.
Lindsay Partin, de 37 años, cuidó de Hannah Wesche durante 12 horas el día que decidió quitarle la vida tras un arrebato, luego de presuntamente discutir con el padre de la menor de edad, quien se habría retrasado en los pagos.
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"La sacudí y le pegué con fuerza"
La niñera, en lugar de alimentarla, bañarla y llevarla a clase, la asesinó en su propia casa de Cincinnati, Estados Unidos, después de que Hannah tirara accidentalmente salsa catsup en el inodoro. Según sus propias palabras, se enojó y la abofeteó con fuerza en el costado de la cabeza.
Una de las interrogantes que más surgieron en el tiempo que duró el juicio fue por qué el padre continuó dejando a la niña bajo el cuidado de la mujer tras descubrir que en más de una ocasión regresaba con moretones. En cambio, Jason Wesche declaró en tribunal que rezaba y esperaba que en la cárcel, la responsable recibiera el mismo trato que le dio a su hija.
Problemas emocionales
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Cincinnati Enquirer reportó que Lindsay Partin sufrió un aborto espontáneo semanas antes del homicidio y estaba teniendo problemas en su matrimonio. Presuntamente habría enviado mensajes al padre de la pequeña informándole que ya no quería cuidarla.