Tras los terremotos en Turquía, ahora se formó un cráter de casi 100 metros de diámetro en la localidad de Karapinar, en la provincia de Konya en dicho país.
El cráter tiene además una profundidad aproximada de entre 12 y 15 metros y se formó de forma repentina en los campos de Karapinar, Konya; una zona característica por la formación de dolinas.
Sin embargo, este nuevo cráter sería el más grande que se ha formado en Turquía y por el que afortunadamente no han resultado heridos.
¿Qué son las dolinas, el fenómeno geológico común en Turquía?
Las dolinas son depresiones geológicas que se forman en territorios calizos, muy parecidos a un cráter y que pueden alcanzar hasta los 30 metros de diámetro y cerca de 50 metros de profundidad.
Generalmente estos cráteres se forman de un día a otro en los campos utilizados para el cultivo.
De acuerdo con EFE, este fenómeno geológico se origina en terrenos formados por roca calcárea con sedimentos de capas freáticas, que se pueden derrumbar si se crea un hueco y arrastra a la tierra hacia abajo, formando un cráter.
Debido a la frecuencia con la que las dolinas se forman en Konya, estos cráteres permanecen cercados para impedir que los agricultores o el ganado caigan en sus interiores.
Terremotos en Turquía y Siria dejan cerca de 50 mil muertos
El pasado 6 de febrero, un terremoto magnitud 7.8 sacudió Turquía y Siria, al que le siguieron una serie de réplicas, como los dos terremotos magnitud 6.4 y 5.8 del 20 de febrero.
Pero una nueva réplica se registró ayer, 25 de febrero; un sismo magnitud 5.3 que tuvo como epicentro Nidge.
Hasta el momento, las autoridades turcas apuntan a que la cifra de muertos, tanto en Turquía como en Siria, asciende a las 50 mil personas; así como cerca de 2 millones de personas turcas afectadas.
La Autoridad de Gestión de Desastres y Emergencias (AFAD) estimó que hasta el viernes, 24 de febrero, habían al menos 44 mil 218 muertos en Turquía y 5 mil 914 muertos en Siria.