El río Lerma podría considerarse una descarga industrial, pues la calidad del agua rebasa hasta en 150 puntos lo establecido en la Norma ambiental sobre la concentración de metales y residuos orgánicos contenidos en el afluente.
Pedro Ávila Pérez, gerente de Servicios Ambientales del Instituto Nacional de Investigaciones Nucleares (ININ), en entrevista, explicó que junto con el Colegio Mexiquense de Ciencia y tecnología (Comecyt) llevaron a cabo la investigación sobre “el Fortalecimiento de capacidad en el análisis de compuestos orgánicos tóxicos y aplicación a la caracterización del agua y sedimento del curso alto del Río Lerma”.
El principal problema es que la gran cantidad de microrganismos coliformes fecales y totales del Lerma provocan la presencia de bacterias, dejando agua totalmente insalubre con pésimas condiciones, lo que eventualmente podría ocasionar problemas a la salud pública.
Explicó que para llevar a cabo este diagnóstico, evaluaron la calidad del agua en el curso alto del Río Lerma, afluentes y descargas, para conocer la variación del líquido y los principales resultados muestran que durante la sequía no cumple ni con los requerimientos de agua de río que es para lo que se usa durante esos meses.
Mientras que durante la temporada de lluvias disminuyen los contaminantes, sin llegar a ser buena, además es posible detectar metales de origen natural que se originan por el arrastre de la corriente y otros de origen antropogénico, prevaleciendo la materia orgánica.
Las enfermedades que podría contraer la gente por la cercanía al afluente son gastrointestinales por contaminación de alimentos, y es necesario tratar todas las aguas residuales descargadas en el curso alto del río, pues la inmensa mayoría llegan sin la menor calidad.