Tlalnepantla, Méx., 14 Dic. (Notimex).- Por lo menos cometió siete violaciones, seis homicidios y un intento de homicidio, todos en agravio de mujeres, y ahora enfrenta una condena de 301 años de prisión, y aun así en su rostro no se refleja arrepentimiento o culpa.

 

César Armando Librado Legorreta, "El Coqueto", es un feminicida; tiene 30 años de edad, vivía en el municipio de Tultitlán con su esposa y dos hijos, trabajaba como chofer de la ruta 2 del transporte público manejando un microbús, en el cual cometía sus crímenes.

 

De acuerdo con la carpeta de investigación que se realizó para su captura y proceso, su primer crimen lo cometió el 14 de julio, el segundo, el 26 de noviembre, el tercero, el 13 de diciembre del 2011, su cuarto femincidio lo cometió el 30 de diciembre y los dos últimos el 8 y el 18 de enero de 2012.

 

En cada uno de los hechos elegía a alguna de las mujeres que abordaban el microbús con matrícula 712TL066, en la cual era el chofer.

 

"El Coqueto" arreglaba las situaciones de tal forma, que se quedaba sólo con su víctima, la golpeaba, abusaba sexualmente de ella y posteriormente las asfixiaba y tiraba los cuerpos en parajes desconocidos de los municipios de Naucalpan, Tlalnepantla y Cuautitlán Izcalli, llevándose consigo las pertenecías de las víctimas para hacer regalos a su esposa.

 

El 26 de febrero, en el Distrito Federal, fue detenido y trasladado a las instalaciones de la Subprocuraduría de Justicia, con sede en Barrientos, en Tlalnepantla.

 

En ese lugar permaneció esposado, tanto de manos como de pies, en una oficina del tercer piso, custodiado por tres gentes de la Policía Ministerial y durante la madrugada se fugó.

 

Fue hasta el martes 28 de ese mes, cuando se dio a conocer la fuga del feminicida; de acuerdo con el expediente, aprovechó el cansancio de los policías para escapar por una reducida ventana y descolgarse tres pisos con cables que encontró en la oficina y bajar el cerro donde está la subprocuraduría.

 

Ya abajo, pidió ayuda a sus familiares y se ocultó en casa de uno de ellos, en la Delegación Magdalena Contreras del Distrito Federal.

 

Durante esa semana, se realizaron varios operativos de búsqueda, los familiares de las víctimas iniciaron una serie de manifestaciones para exigir justicia, mostraban su disgusto por la fuga del homicida.

 

El sábado 3 de marzo, cerca de las 19:00 horas, a través de las redes sociales, el gobernador del Estado de México, Eruviel Ávila, confirmó la detención del feminicida, que logró burlar la vigilancia de la subprocuraduría, al tiempo que informó que solicitaría prisión vitalicia para "El Coqueto".

 

Al dar a conocer los detalles de su recaptura, se informó que debido a las lesiones que se causó, al fugarse desde un tercer piso y no recibir atención médica, "El Coqueto" presentaba un estado de salud delicado con varias fracturas en el cuerpo, entre ellas, una en la columna.

 

Fue ingresado el 4 de marzo al área de enfermería del penal de Barrientos, en donde se le iniciaron dos procesos, uno por el femincidio de seis mujeres y otro por violación y tentativa de homicidio.

 

Durante la primera audiencia de su caso, "El Coqueto" fue trasladado al juzgado de Control de Procesos y Juicios Orales, que se ubica justo frente al penal.

 

En esa primera ocasión que fue presentado estaba en camilla, con ambas piernas enyesadas, y portaba collarín, hablaba con voz muy baja y despacio.

 

Casi no se movía, pero en ningún momento mostró arrepentimiento de los crímenes cometidos, ni siquiera cuando narró con detalles y ante los familiares, cada uno de los hechos que perpetró.

 

El 8 de marzo, una audiencia fue diferida, toda vez que, debido al estado de salud del presunto inculpado se realizó su trasladado vía helicóptero a un hospital de la ciudad de Toluca, para su valoración, y horas más tarde, fue reingresado al penal de Barrientos, para que el 9 de marzo el juez dictará auto de vinculación a proceso por seis feminicidios.

 

El 13 de abril, "El Coqueto" fue nuevamente trasladado a Toluca; ese día fue operado de la columna, con un procedimiento que duró casi 10 horas y tuvo un costo de 300 mil pesos.

 

Los médicos informaban que existía la posibilidad de que no volviera a caminar; sin embargo, superó la crisis y nuevamente fue internado en el penal de Barrientos.

 

Durante los cinco meses siguientes, lapso en el que tanto la fiscalía como la defensa realizaron el cierre de la investigación y del proceso y así iniciar el juicio oral, César Armando Librado Legorreta participó en varias audiencias relacionadas con su caso por el proceso que se inició en contra de los tres policías que lo custodiaban cuando escapó.

 

En esas diligencias "El Coqueto" apareció en camilla o en silla de ruedas.

 

El 19 de octubre, fecha fijada por el juez para iniciar el juicio, la audiencia fue suspendida, porque el inculpado cambió de defensa y la fiscalía no entregó todas las notificaciones de los involucrados en el proceso.

 

En esta diligencia, tras meses de no ser visto, "El Coqueto" llegó al juzgado caminando, sin silla de ruedas, sin faja, ni collarín; su aspecto físico había cambiado notablemente, ya no estaba delgado, sino robusto, las cejas depiladas, portando un reloj, una cadena y se podía levantar y caminar sin problemas.

 

Incluso, minutos antes de que el juez entrara a la sala se le veía platicando y riendo, sin el menor arrepentimiento, ni siquiera cuando aceptaba cada uno de los crímenes cometidos.

 

Esta situación molestó a los familiares de las víctimas, quienes reiteraban su petición de justicia y su exigencia de concluir a la brevedad este juicio.

 

El 21 de noviembre, tras una audiencia que duró casi 12 horas, en las que se volvió a leer cada uno de los casos, la defensa solicitó juicio abreviado, lo que fue aceptado por los familiares y la fiscalía.

 

El 4 de diciembre se le dictó la primera sentencia, por el proceso que se le sigue por violación y tentativa de homicidio; el juez le dictó una condena de 61 años de prisión.

 

En tanto, el 12 de diciembre, el juez dictó sentencia condenatoria acumulada por seis feminicidios, de 240 años de prisión, con lo que la pena se incrementó a 301 años.

 

Previó a dar a conocer esta resolución, el juez aclaró que por aceptarse un proceso abreviado, el inculpado tenía derecho a la pena mínima y ningún otro beneficio, por lo que dictó 40 años de cárcel por cada caso y una multa de 700 días de salario mínimo por cada víctima, y una indemnización por fallecimiento de 94 mil 515 pesos.

 

En esta última audiencia, el inculpado estuvo muy tranquilo, veía a los familiares de sus víctimas a los ojos sin ningún problema; incluso, a decir de los ofendidos, con total cinismo los retaba con la mirada.

 

Al término de este proceso, los familiares de las víctimas confirmaron que había terminado su "martirio", pero que no estaban satisfechos, porque justicia hubiera sido que desde el primer crimen, se le hubiera detenido y no hasta después de seis mujeres que perdieron la vida.

 

Hasta el momento, no se ha informado en qué penal cumplirá su condena, toda vez que el juez hizo hincapié en que de acuerdo con los peritajes y la investigación, Librado Legorreta tiene un alto grado de criminalidad y reincidencia, por lo que podría ser trasladado a un Centro de Readaptación Social, que cuente con más medidas de seguridad.