La Paz, BCS.- Un estudio publicado en la revista Trends in Ecology and Evolution, expone que las especies marinas deben estar ingiriendo cientos de pequeños pedazos de plástico por día. Por esta razón, los científicos consideran que es necesario realizar más investigaciones sobre el impacto que hay en tiburones, ballenas y mantarrayas por la contaminación de este material.
Trends in Ecology and Evolution comprobó mediante estudios que el tiburón ballena en el Mar de Cortés está expuesto a químicos tóxicos, por la contaminación de plástico en el alimento de la especie marina.
“Nuestros estudios sobre tiburones ballena en el Mar de Cortés y sobre ballenas de aleta en el Mar Mediterráneo, confirmaron la exposición a químicos tóxicos, lo que indica que estos filtros alimentadores registran microplásticos en sus áreas de alimentación”, publica la revista.
Los científicos estiman que, el tiburón ballena en el Mar de Cortés en la península de Baja California, ingiere cerca de 200 piezas de plástico por día.
Investigaciones de Estados Unidos, Australia e Italia arrojan datos sobre la amenaza que representa el microplástico para los filtros alimentadores del tiburón ballena y otras especies marinas.
“La contaminación por microplásticos tiene el potencial de reducir aún más el tamaño de la población de los grandes filtros de alimento de las especies marinas. Todavía hay poca investigación sobre los riesgos”, dicen los científicos.
El Golfo de México también entra junto con el Mar Mediterráneo y la Bahía de Bengal y el Triángulo Coral en la prioridad de monitoreo por la contaminación de plástico en las fuentes de alimento de las especies marinas.
Los científicos detallan que las especies están en riesgo de una reducida absorción de nutrientes, así como el daño al sistema digestivo cuando ingieren plástico.
“Además, la exposición a toxinas a través de la ingestión de plástico podría afectar muchos procesos biológicos, como el crecimiento y la reproducción, poniendo a las especies que se alimentan con filtros bajo más tensión todavía”, señalan los científicos.
Con información de la BBC