México.- Entre aplausos, familiares y conocidos recibieron el féretro de Mónica Orta, la enfermera que falleció por quemaduras graves en la explosión de Cuajimalpa al negarse a salir del hospital por proteger a un niño de 2 meses que estaba en una incubadora por un cuadro de neumonía.

Más de 200 personas asistieron al velorio en la casa de los padres de la enfermera, en la colonia Ferrocarrilera San Rafael del municipio de Tlalnepantla. Velaron los restos de la que catalogan una heroína, quien tenía 32 años de edad y era madre de tres menores, el más pequeño de seis meses.

Al velorio también acudió Verónica Rocha, presidenta del DIF Tlalnepantla, institución en la que Mónica colaboró durante ocho años, de 2003 a 2011.

?Nos dio un gran ejemplo de valores, que es lo que falta en nuestro país. Por lo que me comparten quienes la conocieron, ella siempre manifestó un gran servicio y una gran entrega?, afirmó Rocha.

El DIF Tlalnepantla considera ponerle su nombre a la clínica donde laboró la enfermera, conocido como Subsistema Ampliación Gustavo Baz.

Cada vez que los pequeños hijos de Mónica lloraban frente al ataúd de su mamá, su padre, Juan Carlos Mendoza, los jalaba hacia él y les pedía que fueran fuertes, que la recordaran siempre como una heroína, ya que falleció salvando la vida de un bebé.

?Ella murió haciendo lo que tenía que hacer?, afirmó el hombre al reconocer que, hace una semana, su esposa tuvo la oportunidad de salir ilesa de la explosión en el Hospital Materno Infantil de Cuajimalpa, pero decidió regresar por un niño de dos meses de edad que estaba en una incubadora por un cuadro de neumonía. Sus compañeros recuerdan que ella les dijo: ?no lo voy a dejar solo?.

La mayoría de los asistentes a su velorio coincidieron en que era una persona muy alegre y dedicada a su familia. Destacan que, pese a que le tomaba más de 2 horas trasladarse a su trabajo, se dedicaba con plenitud a sus pacientes y que una de sus preocupaciones era el aumento de adolescentes embarazadas.

?Ellos son los verdaderos héroes. Otra compañera, Juana Zacarías y el camillero Juan Tinoco, que se regresaron para evacuar pacientes, están muy delicados. Eran muy dedicados a su labor y ahora quieren rebajarla?, señaló otra de sus colegas en referencia a la demanda de la profesionalización de sus servicios que exigen enfermeros de todo el país.

Con información de Excélsior