México.- La delincuencia que está desatada en la Ciudad de México ya alcanzó a las iglesias, donde el robo más común que se presenta es al de las alcancías, aunque no se denuncia.
Entrevistado por Reforma, el titular de la Comisión de Justicia y Paz de la Arquidiócesis Primada de México, José de Jesús Aguilar comentó que “en la Ciudad de México hay más desacralización, por lo tanto hay menos respeto a los templos (…) Es más fácil que roben el dinero de las alcancías o a romper imágenes sagradas".
El mencionado rotativo destaca que los ladrones operan de tres maneras para lograr su cometido: La primera consiste en armar una trampa con hilo cáñamo al cual le ponen un pedazo de metal y pegamento para sustraer el dinero.
Otras forma es que los delincuentes actúen como cualquier otro creyente y depositen en las alcancías billetes de 200 o 500 pesos falsos, para posteriormente pedir cambio y llevarse efectivo válido.
En tanto, la tercera manera de operar es tomar las pertenencias que dejan en las bancas los feligreses mientras comulgan.
Los robos se dan más en las iglesias de Santa María la Ribera y Buenos Aires, en la delegación Cuauhtémoc; Campamento 2 de Octubre, en Iztacalco, y en diferentes zonas de la delegación Iztapalapa.
Algunos afectados dijeron a Reforma que los asaltos a negocios y a transeúntes ocurren después de las 18:00 horas.