México.- A un año y 6 meses del feminicidio de Dalia Orozco Martínez, quien tenía 23 años de edad, las autoridades de Durango únicamente han girado una orden de aprehensión contra Cayetano “N”, presunto responsable, pero no tienen ninguna pista sobre su paradero o algún otro avance en la investigación, denuncia su mamá.
Imelda Martínez, mamá de Dalia, cuenta que el 14 de febrero de 2018 su hija salió de su casa en Torreón, Coahuila, para pasar un fin de semana con sus dos hijas y Cayetano “N”, quien era su pareja sentimental, en Rodeo, Durango. Por la tarde, Dalia le envió fotos a su mamá para mostrarle cómo se divertían las niñas. Le dijo que todo estaba bien.
En entrevista con SDPnoticias, Imelda relató que la última comunicación sucedió a las 23:00 horas de ese 14 de febrero. Su hija mandó la foto de un ramo de rosas que le habría regalado su pareja y luego ya no supo más. La hora de deceso se estableció alrededor de la 01:45 de la madrugada del siguiente día.
“Para amanecer el 15, unos conocidos de mi hija me llaman y me dice que ella está desaparecida y que a mis nietas se las llevaron al DIF, que vaya a recogerlas. Cómo pude me fui a Rodeo, me entregan a mis nietas pero yo no me retiré hasta hallar a mi hija”.
Imelda Martínez
El siguiente día, 15 de febrero de 2018, Imelda se trasladó a Rodeo, Durango, para encontrarse con sus nietas y buscar a Dalia, pero ni los policías ministerial ni la Fiscalía General del Estado pudieron dar con el paradero de la pareja. Más tarde, recibió una llamada, debía ir a reconocer a su hija en el Servicio Médico Forense de la entidad.
Dalia fue asesinada con 12 impactos de bala. El presunto responsable la habría dejado en un puente vehicular rumbo a Casco, Durango.
Violencia previa contra Dalia
Imelda no se fue de Durango y denunció a Cayetano “N” porque está segura de que él es el responsable del feminicidio de su hija. Declaró y 15 días después pasaron su caso a la Fiscalía de la Región La Laguna, donde firmó su declaración y emitieron la orden de aprehensión que hasta la fecha “está en suspenso y hay esperar hasta encontrarlo”.
El pasado domingo 22 de septiembre, Dalía habría cumpido 25 años. Sus hijas ahora tienen 6 y 4 años de edad, siguen preguntando por su mamá. La joven era alegre y querida por mucha gente, siempre tenía una palabra de aliento para quien lo necesitara; le gustaba mucho la música, divertirse, salir adelante por sus hijas y era enemiga de la violencia “y fue la que acabó con ella”.
Dalia había tenido una relación anterior en unión libre, donde sufrió violencia y de acuerdo con su mamá, ella nunca decía nada pero “yo me di cuenta, le dije que no lo podía permitir”. Luego se separó de dicha persona y fue cuando inició su relación con Cayetano “N”.
Exigencias de Imelda
“Que no dejen las órdenes en suspenso, ellos tienen todo para dar con los responsables. Le falta sensibilizarse con las familias. También los protocolos a seguir no los hacen. No más impunidad, que nos apoyen porque los feminicidios son el foco rojo de muchos estado. Que hagan su trabajo, que no dejen que pasen año y nos deje como carpetas olvidadas”.
Imelda Martínez
Por otra parte, en cuanto al apoyo a las hijas de Dalia, Imelda contó que sí reciben ayuda del Gobierno de Coahuila por la situación de orfandad, tienen atención a su educación, alimentación y atención psicológica. Sin embargo, junto a otras víctimas indirectas de feminicidio, buscan que los gobierno de Coahuila y Durango firmen otros decretos para proteger niños y niñas.
“Varias familias peleamos por una vivienda para ellos porque nosotros no vamos a estar siempre. No sabemos qué pueda pasar, necesitan un techo, una vivienda. Yo tengo el apoyo de Coahuila pero Durango, [donde ocurrió el feminicidio] no tienen nada ni nos ha brindado apoyo de alguna otra manera”.
Imelda Martinez <br>
A un año y 6 meses del feminicidio de Dalia, su mamá intenta prevenir que más casos sigan ocurriendo a través del Grupo de Madres Poderosas Coahuila. Brindan apoyo a mujeres jóvenes que sufren violencia, les dan consejos y también intentan sensibilizar a la población para que cuando sean testigos de una agresión contra mujeres, apoyen y eviten un feminicidio más.