John Ssenyondo era un sacerdote de casi 57 años que evangelizaba en las comunidades mixtecas y desapareció el 30 de abril.

Oriundo de Masaka en Uganda, era miembro de la congregación Misioneros Combonianos del Corazón de Jesús, de acuerdo con los testimonios fue levantado por hombres armados tras oficiar una misa en la comunidad de Santa Cruz en Chilapa de Álvarez, Guerrero.

La propia comunidad de creyentes salió en su búsqueda y descubrió dos fosas con 13 cuerpos el 29 de octubre, seis meses después de su desaparición: una de las víctimas era el sacerdote John, constatan peritos forenses con base en moldes dentales.

John llegó a México en 2010 y era el responsable de la congregación en el poblado de Los Hoyos en Tlacotepec, antes de que se le asignara a la iglesia de Nejapa en el municipio de Chilapa.

En 2013 conoció a la delincuencia de la zona cuando le golpearon y maniataron en un cuarto de la iglesia que también era su residencia, le robaron su auto y dinero en efectivo.

Para junio de 2014 iba a recibir la incardinación de la Diócesis de Chilpancingo-Chilapa para que quedará establecido de manera definitiva en la Diócesis en Guerrero, comenta el vicario general Víctor Manuel Aguilar.

Una testigo que ha preferido permanecer anónima, afirma que John se negó a bautizar al hijo de una pareja que vivía en unión libre y eran miembros del crimen organizado, "por eso lo secuestraron”, sin embargo, nadie se atreve a afirmarlo de manera contundente.

Testigos indican que el 30 de abril hombres armados interceptaron al padre Ssenyondo en el camino, en Chilapa, lo bajaron de su automóvil y se lo llevaron tierra adentro.

Una presunta “ahijada” del sacerdote desaparecido presentó la denuncia en la Procuraduría General de Justicia de Guerrero.

Mario Alberto Aguirre Puente, coordinador del Servicio Médico Forense de Chilpancingo, señala que los pobladores lo encontraron en una fosa y gracias a que su odontóloga mantenía su historial clínico, así como sus moldes dentales de yeso pudo ser identificado, mediante el trabajo conjunto de la dentista y el odontólogo forenseque compararon ambas mandíbulas: "están de acuerdo en que los restos hallados en la fosa coinciden 99% con los del sacerdote John Ssenyondo".

Las fosas se encontraron en un cerro de la comunidad indígena nahua de Ocotitlán, en la montaña baja de Guerrero; por el color de piel de uno se dedujo que podría tratarse del sacerdote desaparecido.

Los restos estaban envueltos en costales y fueron exhumados de la fosa por peritos de Chilapa y trasladados al Semefo de Chilpancingo, donde permanecen en espera de que familiares otorguen muestras de ADN para cerrar el caso junto con la embajada de Uganda.

John era una hombre tranquilo, amistoso y nada conflictivo, pese a ello esperaron durante días que alguien llamara pidiendo un rescate, el cual nunca llegó.

Con información de El Universal