México.- Los familiares de América Herrera Olvera, originaria del municipio mexiquense de Ciudad Nezahualcóyotl, la extrañan en casa.

Su mamá Sara Olvera, su abuela Sarita y su familia entera, duermen poco y han dejado de comer desde el 12 junio. Y no es para menos, la preocupación mata poco a poco.

Lo último que supieron de ella fue que a las 14:30 horas de ese dia estaba en el la estación Pantitlán del Sistema de Transporte Colectivo Metro y se dirigía a su hogar, ubicado en la colonia Estado de México (en el centro de Nezahualcoyotl), entidad donde también desapareció y fue asesinada Valeria, una niña de 11 años.

Las horas transcurrieron y de ella nada se supo; luego a las 10 de la noche lo siguiente fue buscarla, con ansias y desesperación, marcar teléfonos, después ir a entrevistarse con Rubén González, coordinador de Atención a Víctimas de la Dirección de Seguridad Pública Municipal de Nezahualcoyotl, quien ayudó a iniciar la Alerta Amber.

Su tío, David Olvera, cuenta que tras la denuncia y una vez entregada la pesquisa, las autoridades les abandonaron y por ahora no se han acercado, ni siquiera para avisar sobre algún avance en las indagatorias.

Todo ello a pesar de que en la entidad existe la Alerta de Género (emitida por los casi 300 feminicidos registrados hasta la fecha). El caso de América da cuenta de que las autoridades no implementan los protocolos necesarios para proteger a las mujeres y su obligación parece acabar con la entrega de las fichas de identificación.

Por ahora queda, dijo, sentirse vacíos por dentro pero seguir caminando para rescatarla por si es víctima de algún delito pues "se piensa lo peor".