México.- Todo comenzó el 24 de mayo de 2020 cuando Porfirio, un compañero de celda de Manuel Germán Ramírez Valdovinos, murió por probable Covid-19. Luego de él, le siguieron al menos tres personas más, incluido un médico del Centro Penitenciario y de Reinserción Social de Santiaguito, en Almoloya de Juárez, Estado de México.

Sin embargo, las autoridades siguen sin dar información sobre la situación de la contingencia, los casos y las muertes en ese penal y mientras, las personas privadas de su libertad (PPL) sospechan de un brote no reconocido ni controlado; como Manuel, permanecen más presos en condiciones no sanitarias e inhumanas, pues están aislados, hacinados y sin atención médica.

En entrevista con SDPnoticias, Guillermo Naranjo, defensor del profesor Ramírez Valdovinos e integrante del Proyecto Cihuacóatl, explicó que luego de que el compañero de celda murió, las PPL que convivían con él fueron aislados y trasladados a la sección de habitaciones para visitas conyugales del penal, pero a ninguno le han practicado la prueba de coronavirus, por lo que denuncian negligencia y un posible brote que pone en riesgo la salud de los presos.

“No han practicado pruebas de Covid-19, las familias y sus defensores no sabemos nada sobre las condiciones en las que están. En la celda, el profesor Germán está con 5 personas más y a ninguna se les ha realizado una revisión médica; nos preocupa porque son población de riesgo”.

Guillermo Naranjo

El certificado de defunción señala que la causa de muerte de Porfirio fue neumonía bilateral y probablemente Covid-19; pero hasta la fecha se desconoce si se le realizó una prueba y cuál fue el resultado. Naranjo expuso que la preocupación es porque a pesar de que compartía celda con más personas, éstas no han recibido atención médica.

Penal de Puente Grande.

El abogado de Cihuacóatl aseguró qué información recabada por las mismas PPL y sus familiares por medio de reportes de la prensa, refiere que al menos hay 20 casos sospechosos del virus en el penal de Santiaguito, pero hasta ahora no hay información oficial.

Las otras muertes y un amparo para atención médica

El mismo día que Porfirio murió, se reportó el fallecimiento por Covid-19 de María Eulalia Guadalupe Buendía, exlideresa de Chimalhuacán; su esposo también habría muerto y uno de sus hijos, circula que está enfermo por el virus. Luego, el 25 de mayo un médico y otro preso murieron.

Todos estos casos mantienen en alerta a las PPL y sus familias que exigen información clara sobre lo que ocurre en Santiaguito; al paso de los días, las personas que son aisladas por contacto con posibles casos de coronavirus aumentan, lo que significa que si de algún modo se habían librado de contagio, en las condiciones de hacinamiento en las que se encuentra, aumenta la posibilidad de enfermarse.

En estos días desde el 24 de mayo, de acuerdo con Jenny Dulce María Albarrán Valdéz, acompañante del caso de Ramírez Valdovinos, las autoridades penitenciarias sólo en dos ocasiones les han tomado la temperatura y la presión. Junto a la organización Idheas, Naranjo promovió un amparo para que reciban atención médica pero el proceso también está en pausa por la pandemia.

Desde que comenzó la Emergencia Sanitaria por Covid-19, en este Centro Penitenciario no ha habido cambio pues los servicios médicos siguen ausentes y únicamente les informaron que las visitas familiares estarían suspendidas.

“Lo que pedimos es que aclaren toda la información sobre los internos y se apliquen los protocolos de Covid para centros penitenciarios establecidos por la OMS. Las familiares quieren saber cómo están sus parientes y la coordinación que llevan con la Secretaría de Salud del Edomex para tender los casos”.

Guillermo Naranjo

En el caso del profesor Germán, su defensor explicó que es urgente que se le aplique una prueba por Covid-19 para saber su estado de salud, pues debido a secuelas que le dejó la tortura en su contra cuando fue detenido en el 2000, le ha ocasionado una serie de condiciones médicas delicadas.

Acto arbitrario contra PPL en el penal de Santiaguito

María Albarrán Valdéz también explicó que las acciones realizadas por la dirección del Centro Penitenciario son arbitrarias porque no está justificado el aislamiento ni de Manuel, no de sus compañeros; y refirió que la responsabilidad es desde el Gobierno mexiquense, la Secretaría de Seguridad Ciudadana, la Direcciones General de Prevención y Readaptación social del centro, así como el pare médica y de seguridad.

“Hay un brote no controlado por las autoridades penitenciarias, además de negligencia médica y condiciones inhumanas en las que se encuentran las personas. Lo que se pide es la atención médica para garantizar su derecho a la salud, y en vez de esto, siguen llenando el área conyugal con casos sospechosos”.

María Albarrán Valdéz
Centro penitenciario.

En cuanto al caso de Ramírez Valdovinos, privado de su libertad desde mayo del 2000 por un homicidio, que de acuerdo con su defensa, no cometió y es víctima de una fabricación de culpables, no es posible que el pueda ser beneficiado por la preliberación ante la contingencia sanitaria y tampoco sería contemplado en la Ley de Amnistía federal porque el delito es del fuero común y no está contemplado.

El profesor podría obtener su libertad a través de la Ley de Amnistía del Edomex que sigue debatiéndose en el Congreso local porque contempla el beneficio para personas que fueron víctimas de la fabricación de culpables y les imputaron un delito grave. La defensa se ha acercado a legisladores locales para que sea tomado como un caso paradigmático.

Reclusorio Norte.

A nivel judicial, se espera la valoración del protocolo de Estambul sobre la tortura que recibió Ramírez Valdovinos para decirse culpable de un homicidio, pero este proceso también se encuentra pendiente de resolver por la pandemia y cabe resaltar que el caso ya se encuentra en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos desde 2013.