México.- El 15 de mayo de 2015, elementos de la Policía Federal (PF) entraron por la fuerza a un domicilio en Tlalnepantla, detuvo ilegalmente a 6 miembros de una familia y torturó a uno de ellos.
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Por dichos hechos, una de las 3 mujeres víctimas de esta acción y esposa de la persona torturada, denunció ante la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) y contó que sin presentar orden de aprehensión alguna, los agentes la detuvieron a ella, a su marido, sus padres, su hermano y su cuñada; los golpearon y les preguntaban dónde estaban las armas y “un paquete”.
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Luego, las 6 personas que desconocían las respuestas a las preguntas de los policías federales, fueron sacados del domicilio y en una camioneta los “pasearon”, torturaron y continuaban con el interrogatorio.
{username} (@CNDH) July 29, 2019
A dos de ellos los bajaron de la camioneta cerca de un centro comercial y advirtieron que si hacían algo “les iban a cortar la cabeza a sus hijas”. La familia se reencontró cuando recibieron una llamada de la SEIDO.
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¿Qué debe hacer Durazo?
De acuerdo con la Comisión, el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana debe reparar integralmente el daño a las personas afectadas, así como atención psicológica y que se les inscriba en el Registro Nacional de Víctimas.
También solicitó su apoyo para presentar ante la Fiscalía General de la República y la Unidad de Asuntos Internos de la Policía Federal, una denuncia contra el personal involucrado, incluyendo a quienes por acción u omisión hayan tolerado esa actuación.