México.- Los padres que queden con la custodia de sus hijos podrán demandar pensión alimenticia a sus exparejas en el Estado de México, de la misma forma que lo hacen las madres tras un divorcio.

Ello con base en el dictamen que avalaron los integrantes de las comisiones de Procuración y Administración de Justicia, Gobernación y Puntos Constitucionales para la reforma propuesta por el Partido de la Revolución Democrática (PRD) a diversos artículos del Código Civil estatal para garantizar la equidad entre los géneros.

La propuesta del PRD especifica que los padres que hayan realizado trabajo doméstico consistente con tareas de administración, dirección, atención y cuidado de la familia de manera cotidiana durante el tiempo que haya durado la unión o porque debido a su condición no puedan proveerse de alimentos para sí mismos.

De acuerdo con el coordinador de la bancada perredista, Omar Ortega Álvarez, ambos concubinos o esposos podrán solicitar pensión alimenticia para sus hijos menores de edad con el objetivo de que garanticen las mejores condiciones, pues en su opinión no sólo las mujeres se dedican al cuidado de la descendencia.

Estado de México quiere garantizar representatividad de hombres y mujeres

Omar Ortega Álvarez aseveró que en la actualidad pareciera que sólo las mujeres pueden tener el “derecho” de cuidar a los hijos, cuando en realidad tanto padres y madres deberían tenerlo, idea que consideró anticuada respecto a las nuevas formas de convivencia y diversidad de las familias en la actualidad.

El perredista añadió que tiene la intención de otorgarle representatividad tanto a hombres como a mujeres que se encuentren en una relación de concubinato, matrimonio o divorcio.

El derecho correspondería a cualquiera de los cónyuges o concubinos que se encuentre imposibilitado física o mentalmente para trabajar, siempre que pueda demostrarlo mediante documentos.

La reforma aún debe votarse en el pleno del Congreso del Estado de México, lo cual se hará en marzo, además debe publicarse en la Gaceta de Gobierno para que los jueces tomen en cuenta a ambos en las decisiones asumidas durante la resolución del divorcio.