México.- Mientras 92 habitantes de la comunidad Laguna de Hueyanalco, continúan en un albergue de Atoyac de Álvarez, en la Costa Grande de Guerrero, tras haber huido de la violencia en el municipio de San Miguel Totolapan; quienes permanecen en sus casas acusan a los que se fueron de ser los verdaderos cómplices del grupo delictivo de “Los Tequileros”, que mantiene asolada la zona, según lo narra un reportaje del noticiero En Punto, de Televisa.

"Aclaramos que los habitantes que nos quedamos en nuestra comunidad no pertenecemos a ningún grupo delictivo, por lo contrario, somos gente de bien”, aseguró un habitante durante una asamblea que se realizó este fin de semana en Laguna de Hueyanalco, con las 550 personas que continúan viviendo en ese lugar.

En la reunión, los pobladores rechazaron tener vínculos con la banda de "El Tequilero" y señalaron que las 92 personas que abandonaron la comunidad la semana pasada son los que tienen vínculos con Raybel Jacobo de Almonte.

"A mí me dejaron sola con mis tres niñas en mi casa, mi hijo se acabó, lo mataron y después se andaban riendo […] Ellos fueron los culpables, los que se fueron”, aseguró una pobladora que tomó la palabra durante la asamblea. Como ella, otros tantos habitantes compartieron sus malas experiencias por la presencia del crimen organizado e hicieron votos para que los pobladores que se fueron no regresen.

En tanto, las casi cien personas que huyeron la semana pasada permanecen en un albergue de Atoyac de Álvarez, y reiteran que quienes se quedaron, son los vinculados con "El Tequilero".

"Son Los Tequileros son los que están creo todo eso ahí […] Que entráramos con ellos pues que sino pues así nos iban a traer de presión, no nos iban a dejar comida, ni sacar enfermos ni nada eso que entráramos con ellos”, señaló un habitante desplazado.

Las personas que huyeron de su comunidad son apoyadas por el Ayuntamiento y también por vecinos de Atoyac.

"Les vine a entregar una poquita de despensa porque realmente lo que pueda uno […] Yo con mucho gusto le vine a dejar esto”, señaló un habitante de Atoyac.

Mientras, los recién llegados piensan en forjarse una nueva vida, ya que en su comunidad de origen, “si vendías hojas hasta por eso te cobraban cuotas”, lamentó un habitante de San Miguel Totolapan.