Dos mil 700 familias de 450 localidades de Guerrero, principalmente en la región de la sierra, recibieron un panel solar que les ha permitido tener luz por primera vez, lo que se ha vuelto aun más importante en esta época de pandemia.
“Me siento ya feliz… puedo limpiar café… esta luz me ayuda mucho”
Custodio Santos, habitante de Iliatenco, Guerrero
Desde que nació, don Custodio Santos, de 63 años de edad, vive en la cima de la montaña, en el municipio de Iliatenco. Hace cuatro días recibió un panel solar. Antes de eso, durante décadas utilizó botes y velas para iluminarse.
“Vamos a comprar una tele, que sea una chica porque tenemos niños [que no pueden tomar clases sin ella]”
Custodio Santos, habitante de Iliatenco, Guerrero
Sus dos nietos bajaban al pueblo para ir a la escuela. Desde marzo, dice, no pueden seguir las clases por televisión.
“Los niños se espantan cuando ven un foco, porque no habían tenido acceso nunca a este servicio tan básico y fundamental”
Mario Moreno, secretario de Desarrollo Social de Guerrero
Según datos de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Guerrero es el cuarto estado del país con más comunidades sin luz eléctrica, al contabilizar 569.
A partir de junio, pero sobre todo después del inicio de clases, las autoridades estatales intensificaron la entrega de paneles solares
“Yo llevo 26 años aquí sin luz, apenas llevo dos días que instalaron este panel”
Florencia Gallardo, habitante de Iliatenco, Guerrero
Las hermanas Gallardo, de 14 y 16 años de edad, caminaban más de 30 minutos entre la montaña para llegar a su escuela.
“No tomaba clases desde que inició la pandemia. Hoy que nos dieron la televisión voy a empezar a tomar clases en la tele”
Florencia Gallardo, habitante de Iliatenco, Guerrero
“Yo creo que ya no se nos va a dificultar nada ahorita. Me gusta saber de Física, Química, todas las materias, saber de qué tratan”
Olivia Gallardo, habitante de Iliatenco, Guerrero
Según datos del Observatorio de la Sierra, el 70 por ciento de los pueblos de la sierra de Guerrero carece de energía eléctrica, lo que dificulta el acceso a clases para niños durante la nueva normalidad.
Así le sucedía a Paola, que debía trasladarse desde su comunidad hasta la cabecera municipal de Iliatenco para cargar la batería de su computadora y poder seguir sus clases de preparatoria. Dice que quiere ser electricista, para evitar que otros niños atraviesen su situación.
“Hace poco nos dieron la luz solar, ya no tenía la necesidad tanto de ir allá. Cada vez que veo a alguien haciendo algo que tenga que ver con la electricidad me llama mucho la atención y quiero aprender sobre ello”<br>
Paola, habitante de Iliatenco, Guerrero<br>