México.- El desplome del avión militar en el que viajaban el secretario de Gobernación, Alfonso Navarrete, y el gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat, el pasado 16 de febrero, provocó la muerte de 11 integrantes de una sola familia, que hoy requiere de ayuda, no sólo para atender a otros de sus familiares gravemente heridos, sino también para subsistir y reconstruir sus viviendas afectadas por el sismo de magnitud 7.2, ocurrido el mismo día de la tragedia.
El fin de semana, estudiantes de la Escuela Secundaria Técnica, Santiago Jamiltepec, en Oaxaca, salieron a las calles para hacer una colecta de dinero en beneficio de tres compañeras heridas tras la caída del helicóptero black hawk de la fuerza aérea mexicana.
La adolescentes iniciaron esta actividad después de ver en redes sociales un video donde Leonardo González Flores pedía ayuda al Gobierno federal para solventar los gastos de su esposa Adelfa y sus tres hijas: Fabiola, de 15 años, Monserrat, de 12, y Jacqueline de 9, quienes se encuentran internadas en los hospitales de Jamiltepec, Huatulco y la Ciudad de Oaxaca.
“Mi hija perdió una pierna y mis otras hijas están malas también […] Una de mis hijas me dijo ella: qué como le va a hacer, ella sin un pie y quiero que me ayuden, yo no puedo yo solo”, indicó Leonardo González.
Las hermanas Fabiola y Monserrat González Hernández se refugiaron junto con su familia en la explanada de la colonia Aviación. Ahí estaba su prima Denia, quien perdió a su papá Lorenzo; a su mamá Eva y a su hermana Judith, de cinco años de edad. Su hermano Didier, de 7 años, quedó herido.
“Yo logré botarme pero ellos no, no lo lograron […] Vi a mi mamá tirada, a mi hermana, a mi papá, a mis primas pidiendo ayuda, fue una tragedia. […] Pido que por favor quiten eso de allá arriba, quiten el helicóptero que está ahí […] no lo quiero ver ahí porque me recuerda todo eso”, narró Denia Zárate González, sobreviviente del accidente aéreo, al noticiero En Punto, de Televisa.
Denia relata que, después del sismo, tenían miedo de regresar a sus casas que habían resultado con daños. Toda su familia se refugió en la explanada del campo aéreo, a donde llevaron sillas y cobijas para pasar la noche.
Al hablar sobre los preparativos para el aterrizaje, Denia aseguró: “No, nos quitaron. Nada más dijeron que iba a aterrizar, que alumbráramos a los postes de luz porque no podían ver y nosotros les ayudamos a alumbrar con los focos que tenían. No se cómo fue que perdieron el control y llegaron a donde estábamos nosotros”.
Efraín de la Cruz, alcalde de Santiago Jamiltepec asegura que no le avisaron a tiempo de la llegada del helicóptero. Por la premura y la oscuridad tuvieron que prender las torretas de dos patrullas municipales.
“Cuando se nos informa que salieron y al ver que ya los vimos en el aíre, les dijimos a nuestros comandantes váyanse para las pistas y prendan los códigos para que se ubiquen, donde están ubicados. […] Cuando se nos avisa con tiempo hacemos el protocolo correspondiente, enviar las coordenadas, mojar el área, ponerle la cal y despejar toda la zona para evitar accidentes, pero esta situación fue desde el principio hasta el final coordinado por el Ejercito, donde nosotros no tuvimos participación, sólo el hecho de ir a recibir a los funcionarios que venían”, aseguró.
Este lunes, maestras de la secundaria entregaron a la familia de Fabiola y Monserrat los 7 mil 552 que recolectaron el fin de semana.
"No nos quitaron, nada más dijeron que iba a aterrizar", narran sobrevivientes, sobre el helicóptero que transportaba al titular de la #Segob y su comitiva en Jamiltepec, #Oaxaca. #EnPunto con @DeniseMaerker pic.twitter.com/ETWnD1vlER
— Noticieros Televisa (@NTelevisa_com) February 20, 2018