Las fuerzas federales entraron a Tamaulipas con el objetivo de erradicar a los cárteles que operan en la entidad, sin embargo, una de sus prácticas ha regresado: detener autobuses para reclutar a jóvenes mediante trabajo forzado.

El comandante Luis Norberto Montoya, coordinador estatal de la Policía Federal, reconoció que la práctica se ha detectado de nuevo y desmiente que los presuntos asaltos a transporte público sean tales, "son de los grupos delincuenciales que quieren hacerse de gente".

El comandante atribuye las acciones al desgaste del crimen organizado frente a la nueva estrategia de seguridad federal que se aplica desde el 13 de mayo en Tamaulipas.

Lo cierto es que, los acontecimientos recientes traen a la memoria la ejecución de 72 migrantes en el rancho de San Fernando de agosto de 2010, quienes tras ser obligados a descender de los autobuses en los que viajaban y haber rechazado unirse a las filas del crimen, fueron asesinados.

Montoya dice que estas acciones del crimen son una señal de que los federales van ganando la lucha contra el narco.

Con información de Reforma