El 8 de marzo de 2022 ya pasó y la marcha en la CDMX estuvo llena de dolor, baile, risas, recuerdos, exigencias y consignas por justicia; participaron madres de víctimas, infancias, mujeres trans y miles más contra la violencia, incluido Jorge Castillo, el padre de Esmeralda Castillo Rincón.
La jornada del 8M comenzó en el Zócalo de la capital con un tendedero de denuncias; en el hasta bandera pegaron los rostros de agresores y feminicidas. En la valla de Palacio Nacional, protestas individuales como “Maestras enseñando también están luchando” comenzaban a aparecer.
A la par, en Ecatepec inició una marcha de la vía Morelos al Palacio Municipal encabezada por familias de víctimas de feminicidio, pues este sigue siendo uno de los municipios más violentos contra las mujeres y el Edomex, el más impune para resolverlos.
“Ni una más, ni una más, ni una asesinada más”.
La marcha 8M inició en el Monumento a la Revolución
Desde el mediodía, grupos de mujeres comenzaron a llegar al Monumento a la Revolución, el punto de reunión de contingentes como el de mujeres con discapacidad que avanzaron gritando “voltéanos a ver, nosotras también somos mujeres”.
Ana Lilia Torres Rodríguez, mamá de Daniela, asesinada el 1 de enero de 2022, acudió por primera vez a la marcha del Día Internacional de la Mujer para exigir justicia por su hija; dijo que la Fiscalía de CDMX no le da respuestas y ni siquiera hay detenidos.
También se unieron colectivas de mujeres con sus hijas e hijos, las infancias, que en sus cárteles escribieron consignas como “quiero jugar segura” para exigir que la violencia feminicida contra niñas se detenga.
El contingente “Verdad y Justicia” llegó al Monumento cerca de las 2 de la tarde; la mamá de Renata Martinely, los hijos de Verónica Monroy, la mamá de Martha Téllez, el papá de Fernanda Sabalza y la mamá de Salma Correa, todos víctimas de feminicidio del Edomex, se unieron a la marcha.
Explicaron que en la entidad gobernada por Alfredo del Mazo los feminicidios no se investigan, la Fiscalía Especializada no da avances y la revictimización continúa. Este colectivo se acompaña en diferentes protestas, lo que ven como la única manera de poder acceder a la justicia.
A este punto también llegaron grupo de mujeres universitarias, las colectivas de la Facultad de Derecho de la UNAM, de la UPIICSA del Politécnico, un grupo más de la UACM y de la UAM.
Vestidas con prendas moradas y pañuelos verdes, las miles de mujeres que salieron del Monumento a la Revolución externaron su hartazgo por la violencia y no se registraron enfrentamientos con policías, de quienes no se tenía tanta presencia como en otras protestas feministas.
“Con falda o pantalón, respétame cabrón”.
La marcha 8M sobre Paseo de la Reforma este 2022
Mientras unos contingentes de mujeres avanzaban del Monumento a la Revolución al Zócalo, otras miles comenzaron a caminar desde la Victoria Alada para unirse con todas las demás este 8 de marzo 2022.
Carteles con frases cómo “Nos sembraron miedo, nos crecieron alas”, “Con las niñas NO”, “Aborto Legal”, “Vine a gritar lo que a mi abuelita le hicieron callar” y “Justicia para todas”, la marcha avanzó sobre Paseo de la Reforma.
En varias ocasiones se escuchó la Canción Sin Miedo de Vivir Quintana: “Que tiemble el Estado, los cielos, las calles. Que tiemblen los jueces y los judiciales. Hoy a las mujeres nos quitan la calma. Nos sembraron miedo, nos crecieron alas…”.
Y un contingente avanzó encabezado por niñas: “Debemos decir a las niñas que sus voces son importantes”, decía su consigna mientras bailaban “abajo el patriarcado se va a caer, se va a caer, arriba el feminismo que va a vencer, que va a vencer”.
Ana Paola y Mariana dijeron a SDPnoticias que participaron en la marcha #8M porque buscan justicia para sus familias, por todo lo que sus mamás y abuelas no pudieron gritar, y para reflejar que una marcha feminista es un lugar seguro, contrario a lo que las autoridades dicen.
También protestaron contra la violencia vicaria, aquella que utiliza a los seres queridos de las mujeres, particularmente hijas e hijos, para hacerles daño, una combinación de violencia machista con institucional y la consigna: “nuestros hijos no están con sus papás, están con su agresor”.
Contingentes de mujeres científicas, pachecas (a favor de la legalización de la marihuana), a favor del derecho al aborto y las mujeres trans: “ni cis, ni trans, ni una asesinada más”; o contra los agresores que también son familiares y los encubren.
“Porque no, que te dije que no, mi cuerpo es mio, yo decido, tengo autonomía, yo soy mía”.
En el Zócalo, la acción directa contra las vallas del 8M
A lo largo de la marcha 8M sí hubo acción directa realizada por los bloques negros de feministas que asistieron; pintas de iconoclasia y algunos destrozos pero que no se reflejaron en enfrentamientos con policías.
Tranquilamente, la manifestación llegó al Zócalo donde ya se registraban acciones directas contra las vallas alrededor de la Catedral Metropolitana y Palacio Nacional; esto fue contenido por policías que activaron gas extintor y, en ocasiones, lanzaron gas lacrimógeno contra las manifestantes.
Cada grupo terminó la protesta de este 8 de marzo 2022 por su cuenta; las madres de víctimas de feminicidio compartieron sus historias y el camino que han tenido que avanzar sin acceder a la justicia.
Otras compañeras prendieron fogatas para bailar y cantar alrededor contra el patriarcado; unas más, sin cansarse, seguían pegando contra las vallas intentando derrumbar ese simbólico mural contra la violencia y las restantes, sentadas en la plancha, hacían un recuento de lo que fue la manifestación.
“Justicia”.