El lunes 23 de enero declaró por primera vez Sergio Villarreal Barragán, alias ‘El Grande’, en el juicio contra Genaro García Luna donde acusó al exsecretario de Seguridad de Felipe Calderón de recibir sobornos millonarios del Cártel de Sinaloa.
El Grande es el primer testigo presencial de la Fiscalía de Estados Unidos en este juicio. En sus inicios se desempeñó como policía y más tarde fungió como lugarteniente de los hermanos Beltrán Leyva, cuando aún pertenecían al Cártel de Sinaloa.
El Grande aseguró de ser uno de los testigos presenciales y oculares de las reuniones que Genaro García Luna tuvo con Arturo Beltrán Leyva, en una de las casas de seguridad del capo cercanas a Perisur.
Sin embargo, la defensa de Genaro García Luna, encabezada por César de Castro, insistió en que los testigos del gobierno estadounidense no tienen pruebas y sólo buscan venganza en contra de su cliente, por el papel que fungió en la llamada “Guerra contra el narco”.
Genaro García Luna recibía de un millón hasta millón y medio de dólares de sobornos mensuales del Cártel de Sinaloa
De acuerdo con ‘El Grande’, las reuniones entre Arturo Beltrán Leyva y Genaro García Luna se daban en una casa de seguridad ubicada en Jardines de la Montaña, en la alcaldía de Tlalpan en la Ciudad de México (CDMX), a tan sólo unas calles del centro comercial Perisur.
Los trabajadores de Arturo Beltrán Leyva recogían a Genaro García Luna junto con sus colaboradores en el estacionamiento del centro comercial para más tarde llevarlos a la casa de seguridad.
Estas reuniones servían para el pago mensual de sobornos millonarios de un millón hasta millón y medio de dólares de parte del Cártel de Sinaloa, a cambio de protección, seguridad y trabajos de inteligencia de parte de Genaro García Luna.
Según ‘El Grande’, Genaro García Luna obtuvo estos sobornos entre 2001 y 2006 mientras él era titular de la Agencia Federal de Investigación (AFI) en el sexenio de Vicente Fox.
La forma de entregarle los sobornos a Genaro García Luna, y a sus colaboradores era con dinero en efectivo, distribuido de la siguiente manera según ‘El Grande’:
- Billetes de 100 dólares en paquetes de 10 mil dólares
- De esos paquetes juntaban hasta 50 mil dólares y los metían en bolsas negras conocidas como “chorizos”
- Los que eran entregados a Genaro García Luna y sus colaboradores hasta en cinco “chorizos”
Asimismo, ‘El Grande’ afirma Genaro García Luna y el Cártel de Sinaloa tenían un acuerdo para que en cada decomiso de droga que se hiciera de parte del gobierno a los enemigos del Cártel, él y sus colaboradores recibieran la mitad del botín en efectivo.
Mientras que los narcotraficantes se podían quedar con toda la droga de sus enemigos, según Sergio Villarreal Barragán, en uno de estos decomisos realizados entre el estado de Morelos y la CDMX, Genaro García Luna recibió hasta 16 millones de dólares junto con sus colaboradores, quienes poco a poco fueron identificados por ‘El Grande’ y de quienes resaltan los nombres de:
- Domingo González, director del Centro de Mando de la agencia y pieza clave de la presunta red de sobornos
- Armando Espinosa de Benito, alto funcionario, colaborador de la DEA y señalado de ser “compadre” de El Chapo y El Mayo
- Iván Reyes Arzate, alias ‘La Reina’
- Ramón Pequeño
Entre los otros favores que les hizo Genaro García Luna al Cártel de Sinaloa fue una expansión territorial, ya que de pasaron de controlar de Sonora, Chihuahua, Sinaloa, Durango, Torreón y Monterrey, a prácticamente todo el territorio nacional.
También hubo préstamo de equipo táctico, uniformes policiacos, patrullas y credenciales con identidades falsas, para que los miembros del Cártel de Sinaloa pudiera deshacerse de sus enemigos.
Además, se les otorgaba información especial de los operativos e investigaciones en contra del Cártel y los ayudaba a deshacerse de los jefes policíacos y comandantes en cada plaza.
Para amarrar esta relación Arturo Beltrán Leyva le regaló a Genaro García Luna una moto Harley Davidson de edición limitada, a fin de mantener los favores y las reuniones mensuales.
El Grande afirma que Arturo Beltrán Leyva llamaba a Genaro García Luna por radio en varias ocasiones y que ambos se llevaban como amigos; el exsecretario era apodado por el capo como “El Compa” o “El Tartamudo”, debido a la relación cercana qua ya habían forjado.