La diputada del PAN, Mariana Gómez del Campo, acudió a la embajada de Reino Unido en México para firmar el libro de condolencias de la reina Isabel II por su muerte el pasado 8 de septiembre.
La diputada de 44 años de edad e integrante de la Comisión de Relaciones Exteriores en la Cámara de Diputados aseguró que acudió a la Embajada de Reino Unido en México en representación del PAN para presentar sus respetos a la reina Isabel II.
Cabe señalar que el gobierno de México expresó sus condolencias y será el canciller Marcelo Ebrard quien acuda al funeral de Estado de la reina Isabel III, programado para el 19 de septiembre en la Abadía de Westminster.
Mariana Gómez del Campo firma el libro de condolencias de la reina Isabel II
Mariana Gómez del Campo, diputada del PAN, acudió a la embajada de Reino Unido en México para firmar el libro de condolencias de la reina Isabel II.
A través de redes sociales, la diputada del PAN compartió imágenes de su visita a la embajada, ubicada en Paseo de la Reforma, 350 Piso 20, Juárez, Cuauhtémoc.
Asimismo, se reunió con el embajador, Jon Benjamin, representante de Reino Unido en México, para expresar sus condolencias al pueblo británico por la muerte e la reina Isabel II.
Además, la diputada del Pan expresó su acompañamiento en los momentos del luto para el Reino Unido y la Familia real británica.
Reina Isabel II murió el 8 de septiembre, a los 96 años
La reina Isabel II murió el 8 de septiembre a los 96 años en Balmoral, Escocia, donde se encontraba descansando por problemas de salud.
El 13 de septiembre fue trasladada a la capilla ardiente en una procesión real, custodiada por sus hijos, el rey Carlos III y sus tres hermanos; así como por los hijos del rey, William y Harry.
Tras una conmemoración presidida por el arzobispo de Canterbury, llegó a la Abadía de Westminster donde podrá ser visitada por la ciudadanía hasta el 19 de septiembre.
Desde entonces, el féretro de la reina Isabel II ha sido visitado por miles de personas de diferentes nacionalidades que se forman por horas para poder presentar sus respetos a la reina, aunque no se pueden detener.