México.- Un hombre que era residente de Oxkutzcab, Yucatán, se mató y envenenó a sus 13 perros para no dejarlos desamparados.

Mauricio Escobedo Burgos, el hombre que envenenó a sus perros, no encontró otra solución luego de que el médico le informara que el cáncer que padecía había llegado a la etapa terminal.

Y, mientras se conducía de regreso a casa, sólo pensaba en sus perros. Desde que se enteró del cáncer había vivido sólo por ellos. Hasta que se mató.

Incluso se había distanciado de sus amigos, aunque algunos todavía lo visitaban y le ayudaban a cuidar a los perros. Finalmente, optó por matarse y envenenarlos.

Hombre deprimido

El último día de un hombre con cáncer terminal que se mató y envenenó a sus 13 perros

A los 76 años, un hombre de Yucatán se mató y envenenó a sus 13 perros para no dejarlos desamparados. Se había enterado de que su cáncer estaba en etapa terminal.

Su decisión fue considerada egoísta, pero ni el llevárselos a su hermano fue una opción para Mauricio Escobedo Burgos, que decía amar a sus perros y vivir por ellos.

Al final, en su último día el hombre paseó por el mercado local y compró alimento que no solía darle a sus perros. Llegó a casa, en la calle 40-A, entre 51 y 53 de la colonia San Antonio, y antes de matarse escribió una nota suicida.

El ex agente del Ministerio Público finalmente alimentó a sus perros con el veneno y bebió lo que sobraba. Después, se recostó sobre su hamaca y allí murió.

Perros

Mató a sus perros y su última voluntad fue que un amigo los sepultara

Mauricio Escobedo Burgos, quien se mató y envenenó a sus 13 perros para no dejarlos desamparados, pidió perdón a su hermano en una carta póstuma.

La nota deja claro que nadie debe ser culpado por su muerte, pues se mató y envenenó a sus 13 perros para terminar con una “lucha” a la que no podría darle un “final feliz”.

Su última voluntad, según la carta, fue que Luis Paredes, un albañil amigo suyo, sepultara a sus perros en el terreno donde vivía.

El cadáver de Mauricio Escobedo Burgos fue encontrado por su hermano, y a su lado, sus 13 perros; 8 ya habían muerto pero otros 5 aún agonizaban.

Servicio Médico Forense Yucatán