Hoy 18 de enero de 2021 se cumplen tres años de la explosión de un ducto de Petróleos Mexicanos (Pemex) en Tlahuelilpan, Hidalgo.
La explosión dejó un saldo de 137 personas muertas y 13 supervivientes en Tlahuelilpan y municipios aledaños.
La explosión en Tlahuelilpan se trató de la primera gran tragedia ocurrida durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO).
Tlahuelilpan: La toma clandestina
El incidente comenzó la tarde del 18 de enero, alrededor de las 17:00 horas, cuando se reportó una fuga de combustible en Tlahuelilpan, Hidalgo.
La fuga fue consecuencia de una toma clandestina realizada por “huachicoleros” de la zona en el ducto Tuxpan-Tula.
Al percatarse de la fuga, pobladores de Tlahuelilpan acudieron al lugar con bidones y demás recipientes de distintos tamaños para tomar todo el combustible posible.
De igual forma, elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) arribaron al lugar de la fuga e insistieron a los pobladores que desalojaran el área debido a los peligros que la fuga implicaba.
La población hizo caso omiso a los llamados de los elementos de la Sedena, quienes fueron superados considerablemente en número por la gente de Tlahuelilpan.
Videos en redes sociales de pobladores y medios locales muestra a la gente reuniéndose en la toma clandestina, recolectando gasolina y lanzándose combustible entre ellos.
La explosión de Tlahuelilpan
Durante dos horas, la fuga siguió, Pemex no cerró el ducto y alrededor de las 19:00 horas se registró una explosión.
Tras el incidente, la Sedena activó el Plan DN-III para el rescate de sobrevivientes y levantamiento de los cuerpos de los fallecidos.
Los heridos fueron transportados en helicóptero a hospitales en Hidalgo, Estado de México y Ciudad de México.
Por la explosión hubo 137 decesos: 69 personas fallecieron en el lugar y de los 81 hospitalizados por quemaduras, murieron 68 y 13 fueron dados de alta.
Consecuencias de la explosión de Tlahuelilpan
Tras el incidente, AMLO canceló su agenda y acudió a Tlahuelilpan, Hidalgo, donde supervisó personalmente las acciones para controlar el incendio, la recuperación de los cuerpos y atención a las víctimas.
La explosión se dio al inicio de la estrategia del gobierno de AMLO contra el robo de combustible, delito que se había disparado en años anteriores.
Por su parte, el gobierno de Hidalgo, encabezado por Omar Fayad, aseguró que ellos se encargarían de los gastos médicos y funerarios de las víctimas.
Además, se acordó no emprender acciones legales contra los civiles que tomaron combustible del ducto que explotó.
Aunque nunca se dio a conocer los motivos de la explosión, la hipótesis principal fue que el incendio pudo haber sido causado por las chispas eléctricas pequeñas provocadas por la fricción de la ropa de las personas y los gases producidos por la fuga.