El consejero presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Cordova, consideró que una reforma electoral no es necesaria en el contexto de las elecciones del 2024.
De acuerdo con Córdova, a pesar de que el sistema electorales mejorable en muchos aspectos, actualmente es robusto y funciona bien.
Por ello, considera que no es indispensable o pertinente una reforma electoral, pues se cumple con la obligación de dar certeza a los comicios.
“¿Es indispensable una reforma electoral? Yo creo que no. Yo creo que una reforma electoral hoy no es necesaria”
Lorenzo Córdova
Elecciones 2024 no están en peligro: Lorenzo Córdova
Lorenzo Córdova consideró que, pese a los ataque que el INE ha recibido en los últimos meses, las elecciones 2024 no están en peligro.
En el Seminario Los desafíos de la Democracia a 45 años de la Reforma Política de 1977, el consejero presidente reiteró que una reforma electoral en este momento de la vida política de México no es necesaria.
“Si se me pregunta, si no hay reforma electoral, están en riesgo las elecciones de 2024, la respuesta es clara, tajante y contundente: de ninguna manera”
Lorenzo Córdova
Asimismo, recordó que a lo largo de los últimos 45 años, el país ha tenido 8 grandes reformas en materia electoral, donde ninguna ha estado exenta de retrocesos.
Sin embargo, en términos generales, se ha logrado resolver problemas específicos para continuar con la consolidación y construcción de la democracia.
De haber reforma electoral, debe cumplir con 3 características: Lorenzo Córdova
Por otra parte, Lorenzo Córdova aclaró que, de haber una reforma electoral, pese a que no es necesaria, esta debe cumplir con 3 características.
- Que exista consenso unánime entre los actores políticos
- Que sea para mejorar el sistema, evitando retrocesos
- Que sea producto de diagnósticos adecuados y datos objetivos
Asimismo, aseveró que una reforma no debe ser impulsada por caprichos o rencores, así como por filias o fobias políticas.
Córdoba también consideró que una eventual reforma electoral deberá considerar el perfeccionamiento del sistema representativo y convertirlo en uno más democrático.
También, compartió la necesidad de “racionalizar el financiamiento público a los partidos políticos,” sin que esto signifique la pérdida de su preeminencia sobre el privado y con una nueva fórmula de distribución.
Además, juzgó indispensable avanzar hacia menores costos del sistema electoral a partir de procedimientos más simples, sin perder la confianza de la que se goza hasta el momento.