La diputada trans María Clemente García, de Morena, ‘tomó’ la tribuna de la Cámara de Diputados con el fin de cancelar la sesión de hoy miércoles 20 de marzo.
En Sesión Ordinaria del 20 de marzo en el palacio legislativo de San Lázaro, la diputada trans María Clemente se tomó la tribuna de la Cámara de Diputados e hizo sonar la campana para ‘cancelar’ momentáneamente la sesión y refrendar su postura contra las “terapias de conversión”.
¿Por qué María Clemente García ‘tomó' la tribuna de la Cámara de Diputados?
Mientras la presidenta de la Mesa Directiva, Marcela Guerra, daba la bienvenida a los diputados suplentes que tomaron protesta de ley tras las solicitudes de licencia de los titulares en el cargo, María Clemente García aprovechó para ‘tomar’ la tribuna de la Cámara de Diputados.
“Se clausura la sesión por homofobia, por transfobia y lesbofobia... se clausura la sesión, se clausura la sesión, por incumplir su palabra, ustedes dos. ¡Quedaron la semana pasada que hoy miércoles se iba a discutir!”, expresó María Clemente mientras hacía sonar la campana desde la tribuna de la Cámara de Diputados. Otros legisladores le gritaban ‘¡fuera!’.
La diputada trans de Morena protestó debido al retraso en la discusión de la minuta para prohibir las denominadas terapias de conversión.
Según la diputada trans, la discusión sobre la prohibición de las terapias de conversión estaba prevista para este miércoles, pero criticó que no apareció en el orden del día.
Ante la situación y tras platicar unos minutos con Marcela Guerra, la Junta de Coordinación Política la enlistó para que sea votada el próximo viernes 22 de marzo.
Aclarado el asunto, María Clemente regresó a su curul y permitió que continuara la sesión. Así fue el momento:
¿Qué son las ‘terapias de conversión’?
De acuerdo con la Oficina de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, las llamadas ‘terapias de conversión’ son intervenciones “de una naturaleza muy amplia” guiadas bajo la creencia de que la orientación sexual o la identidad de género de una persona puede y debe cambiarse.
Tales prácticas apuntan (o pretenden apuntar) a cambiar a las personas de gays, lesbianas o bisexuales a heterosexuales, así como a las personas transgénero o género diverso a cisgénero.
Dependiendo del contexto, el término se usa para una multitud de prácticas y métodos, algunos de los cuales son clandestinos.
La organización destaca que el término “terapia” denota “curación”; sin embargo, las “terapia de conversión” son todo lo contrario: “son intervenciones profundamente dañinas que se basan en la idea médicamente falsa de que LGBT y otras personas con diversidad de género están enfermas, infligen dolor y sufrimiento severos, y resultan en daños psicológicos y físicos de larga duración”.
En 2012, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) señaló que las “terapias de conversión” no tenían justificación médica y representaban una grave amenaza para la salud y los derechos humanos de las personas afectadas.
En 2016, la Asociación Mundial de Psiquiatría descubrió que “no hay evidencia científica sólida de que se pueda cambiar la orientación sexual innata “. En 2020, el Grupo de Expertos Forenses Independientes (IFEG) declaró que ofrecer “terapia de conversión” es una forma de engaño, publicidad falsa y fraude.