María Elena Álvarez-Buylla Roces, directora del Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (Conahcyt), anunció su renuncia a la Academia Mexicana de Ciencias.
Por medio de un pronunciamiento de cinco páginas compartidas en sus cuentas de redes sociales, María Elena Álvarez-Buylla expuso una serie de motivos para renunciar a la Academia Mexicana de Ciencias.
Álvarez-Buylla Roces refirió que su renuncia es un “acto de coherencia” que realiza en su calidad de científica.
Estos fueron los motivos de María Elena Álvarez-Buylla para renunciar a la Academia Mexicana de Ciencias
Como primer motivo de su renuncia, María Elena Álvarez-Buylla acusó que la Academia Mexicana de Ciencias es usada para fines políticos e intereses particulares “disfrazados de legitimidad académica”.
Argumentó que “grupos de poder conservadores” usan la entidad para “golpear al actual gobierno” del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y para defender intereses particulares, así como para oponerse a la construcción del Conahcyt.
Tras destacar los “grandes resultados” obtenidos durante su gestión al frente del Conacyt (hoy Conahcyt), María Elena Álvarez-Buylla señaló que hoy en día la Academia Mexicana de Ciencias es muestra de la “degradación neoliberal” de ese tipo de entidades gremiales privadas.
Sostuvo que a lo largo de este sexenio dicha entidad privada se ha dedicado a a actuar como caja de resonancia de los posicionamientos políticos de adversarios a la llamada Cuarta Transformación llegando a “extremos vergonzosos”.
María Elena Álvarez-Buylla dice que miembros de la Academia Mexicana de Ciencias son políticos adversarios disfrazados de académicos
La titular del Conahcyt aseguró que quienes mantienen el control de la Academia Mexicana de Ciencias son políticos adversarios al gobierno de AMLO disfrazados de académicos.
En su texto, María Elena Álvarez-Buylla indicó además que los miembros de la Academia difícilmente ocultan sus alianzas con quienes consideró se oponen al bienestar de la mayoría de la población mexicana.
Apuntó que su renuncia a la Academia Mexicana de Ciencias es un acto de coherencia personal y aprovechó para hacer un llamado a la comunidad científica de México para construir “instancias legítimas y generosas que protejan en México el verdadero quehacer científico-académico”.