María Elena Ríos, saxofonista oaxaqueña víctima de un ataque con ácido, denunció que el Gobierno federal le retiró las medidas de protección con las que contaba.
A través de sus redes sociales, María Elena Ríos explicó que autoridades federales le quitaron las medidas de protección que tenía para los traslados que realiza a la Ciudad de México.
Estos traslados, de Oaxaca a la CDMX, la saxofonista los hace para continuar el proceso contra uno de sus agresores que hasta la fecha sigue libre.
Gobierno federal no cumplió acuerdos con María Elena Ríos
De acuerdo con María Elena Ríos, el pasado 29 de marzo acudió a una reunión de la junta de gobierno del Mecanismo de Protección a Defensores de Derechos Humanos y Periodistas.
Dijo que en esa reunión las autoridades federales insistieron quitarle esas medidas de protección porque no estaba en peligro:
“Hicieron hasta lo imposible por quitarme la medida, porque dicen que no estoy en peligro, a pesar de saber que mi agresor sigue libre y que no hay sentencia contra los otros agresores, y que constantemente me amenazan”.
María Elena Ríos
Ese día, el Gobierno federal y la saxofonista acordaron que seguiría contando con la protección de una escolta durante sus traslados a la Ciudad de México por otros seis meses.
Sin embargo, el 6 de abril le informaron a través de un correo electrónico, sobre la suspensión de la medida porque aseguran que sólo “corro peligro en mi comunidad y no hay riesgo en ninguna otra parte”.
María Elena Ríos intenta comunicarse con Alejandro Encinas
La joven señaló que desde que recibió el correo electrónico ha intentado comunicarse con el subsecretario Alejandro Encinas para aclarar la situación, pero no ha recibido respuesta.
“Subsecretario Alejandro Encinas deje de evadirme, necesito las medidas de protección completas o ¿también me quiere ver muerta como a los compañeros periodistas a los que les falló? Ya sabe mi teléfono, espero su llamada a la brevedad”.
María Elena Ríos
María Elena Ríos también se preguntó si la decisión de suspender las medidas de protección se debe a la amistad de Enrique Irazoque, del Mecanismo de Protección para Personas Defensoras y Periodistas con el fiscal de Oaxaca, Arturo Peimbert.
“Tengo miedo, porque yo me muevo a la Ciudad de México para pedir, para gestionar justicia, y el quitarme esta medida me inmoviliza por completo”, reclamó.
Hasta el momento, Alejandro Encinas no se ha pronunciado respecto a la demanda de la saxofonista. Y la CNDH le ofreció iniciar un proceso para reclamar protección.