La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) determinó que los militares dispararon sin ninguna provocación contra los siete jóvenes en Nuevo Laredo, Tamaulipas, pues además, ellos estaban desarmados.
El organismo determinó que la muerte de cinco de los siete jóvenes en febrero pasado en Nuevo Laredo, fue producto de uso ilegítimo de armas de fuego por parte de elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), pues las víctimas no estaban armadas.
En la recomendación 95VG/2023 emitida a la Sedena el 21 de marzo de 2023, la CNDH precisó que los indicios en el lugar de los hechos y en las autopsias de las cinco víctimas mortales contradicen la versión de los militares.
Los militares dispararon 117 veces contra los jóvenes desarmados en Nuevo Laredo
Según la CNDH, los militares dispararon 117 veces contra los jóvenes en Nuevo Laredo. Esto sin ninguna agresión previa, provocación y sin que llevaran armas.
En la recomendación, el organismo señala que el pasado 26 de febrero, los siete jóvenes circulaban en una camioneta tipo pick up por la colonia Cavazos Lerma, en Nuevo Laredo, tras haber asistido a un antro pues iban de regreso a sus casas entre las 04:30 y las 04:50 horas.
La CNDH explicó que los jóvenes, “por sospecha”, fueron seguidos por 21 militares en 4 vehículos oficiales, y sin ninguna amenaza real ni comandos de voz, un militar accionó su arma de fuego a la parte trasera de la camioneta, acción que fue replicada por otros tres elementos.
“Sin embargo, se puede afirmar que no se encontraron armas dentro del vehículo particular. También que los vehículos oficiales no presentaron daños producidos por armas de fuego, que ningún elemento presentó lesiones y que todos los militares involucrados aseguraron que no vieron que desde el vehículo se originaran disparos”.
Recomendación de la CNDH
Lo establecido por la CNDH contradice la versión oficial de la Sedena, pues primeros los militares dijeron que escucharon detonaciones de arma de fuego y, al llegar a la calle de Huasteca, observaron la camioneta estacionada.
También señalaron que sus tripulantes, al notar la presencia militar, aceleraron y posteriormente chocaron con otro vehículo, lo que “consideraron la existencia de una sospecha razonable”.
De acuerdo con la versión oficial, cuando los militares se acercaron al vehículo volvieron a escuchar detonaciones, por lo que, al considerar que se trataba de una “agresión real, actual e inminente y sin derecho”, accionaron sus armas.
Entre los indicios encontrados por la CNDH hay un video de una cámara de seguridad, en el que se observa a los vehículos militares en seguimiento de la camioneta, la cual circulaba con las luces debidamente encendidas.
“Como consecuencia de lo anterior y del análisis del expediente, es posible determinar que V1, V2, V3, V4, V5, V6 y V7 no accionaron armas de fuego en contra de los elementos de la Sedena (…) queda acreditado que (los siete jóvenes) fueron objeto de una agresión a través del uso ilegítimo de armas de fuego por personal de la Sedena”, concluyó la CNDH.
Lo que pide la CNDH por el caso Nuevo Laredo
La recomendación emitida por la CNDH está dirigida al titular de la Sedena, Luis Crescencio Sandoval, por violaciones graves a los derechos humanos:
- a la vida
- a la seguridad jurídica
- a la integridad personal
Lo anterior por “uso excesivo de la fuerza mediante el uso ilegítimo de las armas de fuego” en el caso Nuevo Laredo.
Por ello, lo que la comisión pide es que la Sedena colabore para la inscripción al Registro Nacional de Víctimas de los siete jóvenes, incluyendo sus familias, para que proceda la reparación del daño.
Además, atención médica, psicológica y tanatológica que necesiten. Así como su colaboración en la investigación contra los militares responsables y cursos de capacitación para su personas sobre el uso de la fuerza pública y uso legítimo de las armas de fuego.
Pero algo que la CNDH dejó fuera de su informe es la cadena de mando y los tratos crueles y degradantes de los que fueron víctimas los dos jóvenes sobrevivientes.