Un tribunal revocó la sentencia de Daniel Arizmendi, lo que trajo al recuerdo de los mexicanos la historia de ‘El mochaorejas’.
Daniel Arizmendi, de 64 años de edad, ocupó las portadas de periódicos nacionales en los años 90 como un peligroso criminal.
Cuando, bajo el apodo de ‘El mochaorejas’, secuestró, mutiló y asesinó a personas influyentes de México y España.
Pero, ¿quién fue Daniel Arizmendi? A continuación, te contamos la historia oscura de ‘El mochaorejas’ antes y después de los crímenes.
Daniel Arizmendi tenía problemas de conducta desde la niñez
Daniel Arizmendi, ‘El mochaorejas’, vive en la memoria de la historia delictiva mexicana.
Si bien fue capturado en 1998 -y sentenciado en 2003- el nombre de Daniel Arizmendi sigue presente en periódicos, libros y el imaginario social.
La historia oscura de Daniel Arizmendi antes de ser ‘El mochaorejas’, está llena de tropiezos, excesos y violencia doméstica.
El secuestrador nació en Miacatlán, Morelos, el 22 de julio de 1958. Ahí vivió junto a sus padres, Catarino Arizmendi y María López.
Así como con sus hermanos, Juan Ubaldo, Aurelio y Diego.
Catarino era un hombre celoso y alcohólico que golpeaba a María constantemente.
No obstante, Daniel Arizmendi y sus hermanos eran golpeados por ambos padres.
Cuando Daniel Arizmendi tenía 8 años de edad, la pareja se divorció y ninguno de los hijos fue importante en la separación.
Primero vivieron con María López, hasta que ella los abandonó y regresaron a casa de Catarino en la colonia San Juan Pantitlán, en Iztapalapa, CDMX.
Daniel Arizmendi nunca fue bueno para la escuela; de hecho, reprobó segundo de primaria.
No terminó ni una de las dos secundarias a las que asistió, por lo que empezó a trabajar en el taller de Catarino.
Para aquel entonces, la familia ya vivía en la calle Mario 101 en Ciudad Nezahualcóyotl, en el Estado de México.
A los 20 años de edad, Daniel Arizmendi conoció y se hizo novio de María de Lourdes Arias, quien estudiaba enfermería.
Se casaron el 27 de agosto de 1977, cuando ella quedó embarazada de su primer hijo, Daniel.
Daniel Arizmendi siguió cada uno de los pasos de Catarino, convirtiéndose en un esposo controlador, celoso, alcohólico y violento.
Mientras María de Lourdes tenía un trabajo estable en el IMSS, él era incapaz de conseguir y mantenerse en un empleo.
Daniel Arizmendi “escaló” en la delincuencia para ser ‘El mochaorejas’
Después de trabajos en fábricas, en la Secretaría de Marina y como chofer particular y de transporte público, Daniel Arizmendi ingresó a la Policía Judicial de Morelos.
Tenía entonces 26 años de edad.
Conservó el trabajo solo por dos meses, hasta que un delincuente le enseñó a robar carros usando un desarmador y pinzas de presión.
Así comenzó su carrera delictiva, escalando poco a poco.
En un inicio, Daniel Arizmendi se dedicó al robo de carros en el Estado de México; negocio en el que incluyó a su hermano Aurelio.
En 1990, ambos fueron detenidos por la Policía Judicial del estado. Después de empeñar una casa y conseguir dinero prestado, salieron libres.
Fue así como la idea del secuestro se volvió un negocio familiar, luego de escuchar que el crimen era “muy bien pagado”.
Daniel Arizmendi disfrutaba ser ‘El mochaorejas’: “era como una droga”
El primer secuestro que realizó Daniel Arizmendi fue el de Martín Gómez Robledo, dueño de una gasolinera.
Junto a su banda criminal, lo trasladaron en una camioneta por la autopista México–Puebla a su casa de seguridad en Ciudad Nezahualcóyotl.
El pago por este secuestro, fue de 350 mil pesos.
Al darse cuenta que el negocio no sería tan rentable si estaba dispuesto a negociar, Daniel Arizmendi comenzó a utilizar medidas más crueles.
Durante su séptimo secuestro, le cortó una oreja a Leobardo Pineda, propietario de distintas bodegas en Ixtapaluca, Estado de México.
La mutilación se volvió parte de “su marca”, misma que le valió el apodo de ‘El mochaorejas’.
En una entrevista para la revista Proceso, en 1998, Daniel Arizmendi atemorizó a todo México con sus declaraciones.
Pues aseguró que no se arrepentía de ninguna muerte o secuestro.
“Cortar orejas era normal para mí, ni me daba miedo ni me daba temor.(…) Matar, secuestrar, todo es normal”, declaró a Carlos Monsiváis.
“Secuestrar era para mí como una droga, como un vicio. Era la excitación de saber que te la estabas jugando, que te podrían matar. Era como adivinar, ahora le corto una oreja a este cuate y va a pagar. ¡Y pagaban! No sentí nada ni bueno ni malo, al mutilar a una víctima; era como cortar pan, como cortar pantalones.”
Daniel Arizmendi, 'El mochaorejas'
La detención de Daniel Arizmendi y los 393 años de prisión a ‘El mochaorejas’
Daniel Arizmendi, ‘El mochaorejas’, era el delincuente más famoso y vil de los años 90′s.
Y esa misma fama fue la que desencadenó su detención y sentencia en la cárcel.
El 17 de agosto de 1998, el grupo antisecuestros Yaqui de la Procuraduría General de la República, capturó a Daniel Arizmendi y a toda su organización criminal.
El arresto ocurrió en las inmediaciones de Toreo Cuatro Caminos en Naucalpan, Estado de México.
En el lugar incautaron 600 centenarios, 30 millones de pesos y millones de dólares.
A ‘El Mochaorejas’ se le atribuyen alrededor de 200 secuestros, entre los cuales están los de siete empresarios de España.
Las conexiones y protección otorgada por altos mandos de la seguridad pública del país, posibilitaron a Daniel Arizmendi extender sus operaciones a siete estados.
Hasta el 22 de agosto del 2003, Daniel Arizmendi ‘El mochaorejas’ fue sentenciado a 393 años de prisión por los delitos de:
- Privación ilegal de la libertad en la modalidad de secuestro
- Delincuencia organizada
- Posesión de armas de fuego de uso exclusivo de las Fuerzas Armadas
- Homicidio
La historia de Daniel Arizmendi ‘El mochaorejas’ que inspiró una película de Hollywood
La historia de Daniel Arizmendi como ‘El mochaorejas’, repercutió en la historia criminal mexicana de los años 90′s.
Tal fue la fama de ‘El mochaorejas’, que Daniel Arizmendi inspiró la trama de la película ‘Hombre en llamas’ de Hollywood.
Dicha cinta se grabó en la CDMX y lugares de Ciudad Nezahualcóyotl, y trata precisamente de una banda de secuestradores cobijada por la seguridad pública.