En un paso significativo hacia el futuro de la movilidad, el fabricante de automóviles chino BYD (Build Your Dreams) ha obtenido la autorización del Gobierno chino para probar el nivel 3 de conducción autónoma en carreteras de alta velocidad.
Este hito, alcanzado a finales de julio pero anunciado meses después, marca un avance importante en la carrera por la adopción de la conducción autónoma a nivel global.
Además de BYD, marcas europeas como Mercedes-Benz y BMW también han recibido permisos similares en diciembre, consolidando la posición de China como líder en el desarrollo y regulación de esta tecnología.
Conducción autónoma: BYD pionero en el Nivel 3
BYD se ha destacado al convertirse en el primer fabricante en recibir la autorización gubernamental para probar el nivel 3 de conducción autónoma en carreteras de alta velocidad.
Ante este logro, la compañía enfatizó que el Nivel 3 no implica una conducción totalmente autónoma, reservada exclusivamente para el nivel 5, y señaló la importancia de no adelantarse en considerar un manejo automatizado por completo en este momento.
Conducción autónoma: Perspectivas sobre el Nivel 3
Aunque la obtención de la autorización para el Nivel 3 representa un logro considerable, BYD ha subrayado la necesidad de cautela al interpretar este avance.
Aun así, la marca de autos china sugiere que es “demasiado pronto” para considerar este nivel como conducción totalmente autónoma, destacando la complejidad y las responsabilidades que aún recaen en el conductor.
Esta postura refleja la realidad de que, a pesar de los avances, la transición hacia la conducción autónoma total aún se encuentra en una fase incipiente.
Conducción autónoma: Mercedes-Benz y BMW en la carrera
A la par, Mercedes-Benz y BMW han obtenido los permisos para probar el Nivel 3 de conducción autónoma en las carreteras chinas.
Concretamente, el Grupo BMW recibió la autorización a principios de diciembre para realizar pruebas en vías rápidas de Shanghái, mientras que Mercedes-Benz podrá hacer lo propio en las carreteras de Pekín.
Estos movimientos subrayan la globalización de la carrera por la adopción de la conducción autónoma, con los fabricantes líderes expandiendo sus horizontes y colaborando con reguladores en todo el mundo.