A partir de 2025, Estocolmo, la capital de Suecia, destacará por implementar una prohibición efectiva de los coches que funcionan con motores de gasolina y diésel en ciertas zonas del centro de la ciudad.
Esta audaz medida tiene como objetivo principal combatir los crecientes problemas de contaminación que afectan la calidad del aire y contribuyen a la contaminación acústica en la ciudad.
Dicha prohibición se aplicará a un área de aproximadamente 20 manzanas, que se extiende desde el distrito financiero de Estocolmo hasta las principales calles comerciales.
Dentro de esta zona, únicamente se permitirán vehículos eléctricos, camiones híbridos y aquellos impulsados por tecnología de pila de combustible.
Sin embargo, algunas excepciones se han previsto para vehículos esenciales como ambulancias, patrullas de policía, vehículos adaptados para personas con discapacidad y motocicletas.
Motivación: Mejorar la calidad del aire
El motivo detrás de esta radical decisión es la alarmante situación de la calidad del aire en Estocolmo. Los altos niveles de contaminación han sido culpables de causar problemas respiratorios en los más jóvenes y, trágicamente, de provocar muertes prematuras entre los ancianos.
Lars Strömgren, teniente de alcalde encargado de la política de tráfico y miembro del Partido Verde, ha declarado: “La situación es completamente inaceptable. Queremos crear un mejor entorno de vida para las personas que viven y trabajan aquí”. Este enfoque se alinea con la visión de los verdes de ampliar la zona de cero emisiones después de una exitosa prueba piloto.
Reacciones de la industria del transporte en Suecia
A pesar de la noble intención de mejorar la calidad del aire y reducir la contaminación, la industria del transporte ha expresado sus preocupaciones sobre la implementación de esta prohibición.
Argumentan que el plan es excesivo y que la ciudad debería centrarse en la expansión de las estaciones de carga para aumentar la penetración de los vehículos eléctricos.
Por su parte, la Federación Sueca de Empresas de Transporte señaló que, si bien han logrado reducir las emisiones de carbono en un 35% desde 2010, el Partido Verde y sus aliados en la ciudad están apresurándose demasiado con esta medida.
En pocas palabras, Estocolmo da un paso adelante
Esta decisión de Estocolmo de prohibir los coches con motores de gasolina y diésel en el centro de la ciudad a partir de 2025 es un paso adelante en la lucha contra la contaminación y por la mejora de la calidad del aire en la capital sueca.
Sin embargo, plantea desafíos y desencadena debates en la industria del transporte sobre cómo lograr una transición efectiva hacia una movilidad más limpia.
En su momento, el mundo estará atento para observar los resultados y efectos de esta política pionera en la ciudad de Estocolmo.