En un giro sorprendente en el mundo de la movilidad eléctrica, la startup china de vehículos eléctricos, WM Motor, ha declarado su bancarrota, marcando la desaparición de un destacado y prometedor fabricante en el mercado automovilístico más grande del mundo.
Sin duda, esta noticia ha sacudido al mundo empresarial y plantea importantes preguntas sobre el futuro de la industria de vehículos eléctricos en China.
Un tribunal en Shanghai está a cargo del caso de quiebra de WM Motor, según un documento fechado el lunes en la plataforma nacional de divulgación de información sobre quiebras empresariales.
La compañía ha emitido un comunicado en su cuenta oficial de Weibo, donde afirma que están planeando una reorganización que atraerá inversores estratégicos de todo el mundo para lograr su renacimiento. Sin embargo, este es un paso incierto en medio de la incertidumbre que rodea a la empresa.
WM Motor ha enfrentado un dilema operativo en los últimos años, afectado por varios factores. La pandemia de COVID-19 tuvo un impacto significativo en la industria automotriz en todo el mundo, y China no fue una excepción. La lentitud del mercado de capitales y las grandes oscilaciones de precios de las materias primas también ejercieron presión sobre la empresa. Además, enfrentaron reveses en la obtención del capital necesario para sus operaciones y desarrollo, lo que agravó aún más sus desafíos financieros.
Kaixin Auto Holdings, un concesionario de automóviles de segunda mano que cotiza en Estados Unidos, anunció en septiembre un pliego de condiciones de adquisición no vinculante con WM Motor.
Este acuerdo se concretó después de que fracasara el intento de WM Motor de salir a bolsa a través de una adquisición inversa con Apollo Future Mobility, una empresa que cotiza en Hong Kong. Este intento fallido de salida a bolsa se consideró como un movimiento de supervivencia después de dos intentos anteriores infructuosos por parte de WM Motor de buscar cotizar en el mercado STAR de Shanghai y en Hong Kong.
El ascenso y caída de WM Motor
Fundada en 2015 por el veterano de la industria automotriz Freeman Shen, WM Motor se consideraba una de las nuevas empresas chinas de vehículos eléctricos en ascenso, compitiendo con otras marcas notables como Nio, Li Auto y XPeng.
Contaban con el respaldo de importantes actores, como el gigante tecnológico chino Baidu y el regulador de activos estatales de Shanghai. Sin embargo, a pesar de contar con estos apoyos, la startup con sede en Shanghai enfrentó dificultades para obtener ganancias en un sector automotriz intensivo.
Las pérdidas anuales de WM Motor se duplicaron, alcanzando los 8,200 millones de yuanes (aproximadamente 1,130 millones de dólares) durante los tres años hasta 2021, según su prospecto de acciones publicado en junio de 2022 para una oferta pública inicial planificada en Hong Kong.
Perspectivas del mercado de auto eléctricos en China
A pesar del colapso de WM Motor, el mercado de vehículos eléctricos en China sigue siendo uno de los más dinámicos del mundo. Las ventas de vehículos de pasajeros registraron un crecimiento en agosto, poniendo fin a una racha de pérdidas desde mayo.
Factores como mayores descuentos y exenciones fiscales para los vehículos ecológicos impulsaron la confianza del consumidor. No obstante, persisten preocupaciones sobre el gasto de los consumidores en artículos caros, como los automóviles, en medio de una inestable recuperación económica posterior a la pandemia de COVID-19.
El colapso de WM Motor es un recordatorio de lo competitivo y desafiante que puede ser el mercado automotor, incluso para las empresas respaldadas por gigantes tecnológicos y entidades estatales.