Tras meses de una prolongada huelga, Stellantis, uno de los gigantes de la industria automovilística, y el sindicato UAW han logrado un acuerdo crucial el 28 de octubre.

Este acuerdo no solo afecta a los trabajadores de Dodge, Jeep, Ram y Chrysler, sino que también traza el rumbo de la compañía hacia un futuro eléctrico.

Por ejemplo, la generación actual del Jeep Wrangler (JL), producido en la planta de Stellantis en Toledo, Ohio, ha ganado un nuevo aliento.

Según el acuerdo con el UAW, este modelo se mantendrá en el mercado hasta 2028. Pero la verdadera sorpresa está en las mejoras que se esperan: una versión mejorada del Wrangler híbrido enchufable (4xe) llegará en 2025, y una nueva generación de todoterreno se presentará en 2028.

Aquí lo más interesante es que la producción del nuevo Wrangler (J70) comenzará en 2028 y estará disponible exclusivamente con versiones eléctricas.

Jeep Wagoneer y Grand Wagoneer

Por su parte, los emblemáticos Jeep Wagoneer y Grand Wagoneer seguirán en la generación actual hasta al menos 2028, con una actualización programada para 2025.

El acuerdo UAW también sugiere que una versión eléctrica con motor extensor de autonomía se incorporará durante la actualización del modelo, mientras que una versión completamente eléctrica de estos vehículos se lanzará en 2027.

Jeep Wrangler se convertirá en un 4x4 eléctrico

El destino del Grand Cherokee

El Grand Cherokee experimentará cambios significativos. La versión de cinco plazas será gradualmente eliminada en 2027, mientras que la producción de la versión de siete plazas se extenderá hasta 2028.

Asimismo, se espera un lavado de cara para el modelo en 2024 y la presentación de una nueva generación en 2027. La novedad es que esta nueva generación vendrá con opciones puramente eléctricas, marcando un paso audaz hacia la electrificación.

El acuerdo entre Stellantis y el UAW revela un enfoque decidido en la movilidad eléctrica, con la expansión de vehículos eléctricos y la eliminación gradual de versiones de motor de combustión interna.

Esto no solo es una transformación en la producción de vehículos, sino también un indicador de la dirección en la que se encamina la industria automovilística en general hacia un futuro más sostenible.