México.- A lo largo de 10 meses, tres periodistas se dieron a la tarea de revisar 100 auditorías realizadas por la Auditoría Superior de la Federación (ASF) en contra de universidades públicas que estarían involucradas en el delito de desvío de recursos. Durante el trabajo, Nayeli Roldán, Manuel Ureste y Miriam Castillo conformaron una base de datos abrumadora; la información con la que se toparon dio para llenar un total de 16 mil celdas de Excel que hasta ese momento poco significado tenían.
Sin embargo, el mar de números, cifras y datos tiene una razón de ser. Los periodistas observaron que la información daba cuenta de un esquema ilegal que va más allá de las instituciones educativas en cuestión, más allá de las 11 dependencias gubernamentales involucradas y más allá de los cerca de 50 funcionarios inmiscuidos en los hechos
La investigación periodística conocida como “La Estafa Maestra” da a conocer un mecanismo que permitió durante 2013 y 2014, la comisión de un fraude cometido por el gobierno mexicano por más de 7,760 millones de pesos, misma que a más de medio año de ser revelada, tiene una friolera de responsables sometidos a la justicia diametralmente opuesta a los datos encontrados. Cero.
A más de 6 meses de que se diera a conocer, ninguno de los responsables ha sido sancionado, destituido, procesado o encarcelado por la malversación de recursos públicos que como destacan los autores del reportaje, podrían pagar la carrera completa de 26 mil estudiantes en la UNAM durante 4 años.
El caso fue revelado el 4 de septiembre de 2017 cuando el portal de noticias Animal Político y la organización Mexicanos Contra la Corrupción e Impunidad (MCCI) dieron a conocer que el Gobierno “desapareció” recursos públicos mediante convenios opacos con universidades publicas que a su vez se daban a la tarea de subcontratar empresas, muchas de las cuales en realidad no existían o que en el mejor de los casos, no tenían la capacidad de realizar el servicio por el cual fueron contratadas.
Seis meses mas tarde se publicó el libro titulado de la misma forma, “La Estafa Maestra”, la investigación que como reconoce Roldán, “debió haber generado mucha más indignación” en la sociedad mexicana.
La periodista señala que pesar de ello, puede afirmar que el impacto del trabajo fue mayor al que esperaba, pues de inicio su mayor temor era que la gente no lo leyera.
Por su parte, Ureste apunta que si bien la expectativa previa a la publicación de la investigación no tenía nada que ver con la idea de derrocar a un gobierno o “tumbar un presidente”, la reacción de la gente pudo haber sido mejor.
Sobre el punto el reportero de origen español considera que se tuvieron algunos contratiempos que pudieron evitar una mayor repercusión, pues a unos días de que se revelaran los hechos, ocurrió el sismo de 7.1 grados que sacudió el centro del país.
Roldán añade que a la distancia, se pude dimensionar de mejor forma el trabajo y considera que de haber sido presentado en una sociedad con una tradición de justicia más fuerte, habría provocado muchas más cosas de las que ocurrieron en México.
"Sociedad vacunada"
Conscientes de la magnitud de la investigación y los alcances que pudo haber tenido -pero no tuvo-, los periodistas esbozan la idea de que tal vez la sociedad mexicana está “vacunada” contra los casos de corrupción, los cuales no son pocos en el país y mucho menos son intrascendentes.
“Hace falta repensar, a pesar de casos como la Casa Blanca u Odebrecht, estamos viendo que no hay consecuencias, no hay una repercusión para quienes cometen o están involucrado en asuntos de corrupción, entonces creo que como sociedad la gente está muy vacunada de este tipo de casos", considera Ureste.
Al respecto, Roldán destaca que al menos desde su perspectiva, no hay una respuesta de qué es lo que le falta a la sociedad para poder reaccionar de forma más importante.
No obstante, la comunicadora asegura que si bien el trabajo no representó la chispa que encendió la mecha de las movilizaciones, puede ser un importante precedente para que por un lado, se continúe con el periodismo de investigación y por otro, genere en algunos años una reacción a la altura del caso.
Al mirar con optimismo la buena recepción que "La Estafa Maestra" tuvo en algunos círculos, lo cual los hizo acreedores del Premio Ortega y Gaset, Roldán y Ureste insisten en recordar el objetivo del periodismo, "dar a conocer", sin embargo también destacan que debe ser un indicio para que al menos se lleve a cabo una investigación en forma que permita la acción de la justicia sobre los responsables del desfalco de dinero público.
“Por lo menos creemos que amerita una investigación profunda e independiente de que dé resultados. No puede ser que la procuraduría tenga 20 denuncias por este caso, interpuestas por la ASF y que no sepamos al día de hoy qué se está investigando y qué resultados hay", critica Ureste, quien termina por lanzar una recomendación a quienes hayan leído y dimensionado el caso de "La Estafa Maestra".