México.- El Instituto Belisario Domínguez (IBD) del Senado de la República analiza las opciones que tiene México para despenalizar la siembra de amapola con fines de investigación y terapéuticos, que incluyen la desobediencia de acuerdos internacionales o el retiro de convenciones en la materia.
De acuerdo con el diario El Heraldo de México, estas medidas han sido recomendadas previamente por la Comisión Global de Políticas de Drogas, instancia en la que se agrupan académicos, activistas y varios exmandatarios latinoamericanos y europeos que buscan un nuevo enfoque en el tema y acabar con el prohibicionismo de algunas sustancias.
Los tratados internacionales firmados por México señalan que se debe contar con la ausencia de la Organización de las Naciones Unidas para permitir a campesinos sembrar amapola para luego venderla a laboratorios médicos, debido a que la planta se usa también para la elaboración de heroína.
Si México se desentiende de estos tratados, podría modificar sus leyes para despenalizar la sustancia con fines de investigación, pero esto podría a su vez repercutir en la pérdida de ayuda internacional para el combate al narcotráfico.
Esta ruta ya fue seguida en el pasado por Bolivia, país que renunció a las convenciones internacionales para ampliar los términos en los que se puede sembrar y procesar la hoja de coca. Tras algunos años, la nación sudamericana volvió a suscribir los tratados con algunas salvedades que permitieron a su población mantener el comercio de la planta bajo ciertos términos.
El próximo gobierno federal ha prometido un cambio radical en la política antidrogas, que incluye la legalización total de la mariguana y parcial de la amapola, luego de dos sexenios en los que el combate frontal al narcotráfico ha dejado centenares de miles de muertos en todo el territorio nacional.