México.- En diciembre pasado, la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH), hizo pública su sentencia al Estado mexicano sobre el caso de las mujeres víctimas de tortura sexual en Atenco. Hoy, estas 11 mujeres se dijeron victoriosas y, con la frente en alto piden justicia, verdad y castigo a los culpables.
Esta resolución llega después de más de 12 años desde que pasaron los acontecimientos del 3 y 4 de mayo de 2006, cuando elementos de seguridad violaron los derechos humanos de cientos de pobladores de durante un operativo en Texcoco y San Salvador Atenco, Estado de México. Por ello, esta sentencia es considerada un logro de las mujeres sobrevivientes de tortura.
En un evento para establecer su postura sobre esta sentencia, Suhelen Cuevas, víctima de tortura sexual en Atenco, señaló que “es un paso muy fuerte, es resultado de esfuerzo de muchos años y creo que con esto, creo abrimos camino para darle más fuerza a las mujeres. Estoy muy esperanzada a que más mujeres se hagan fuertes y que no es imposible. No creo que haya fuerza que la de una mujer”.
Patricia Romero, también integrante de estas 11 mujeres denunciantes, dijo que “las mujeres ya no vamos a ser más un botín de guerra. Hoy, vemos con satisfacción que todas nuestras demandas se han venido resolviendo. Nos han tirado diciéndonos mentirosas, no quisieron tapar pero ahora esperamos que esta sentencia sea para bien, para bien de todas nuestras mujeres”.
Por su parte, Cristina Sánchez, mencionó que “la sentencia significa que creyeron en nosotras y volvimos a alzar la cara. Nos tacharon de revoltosas, fuimos discriminadas pero esperemos que ahora sí, el gobierno acate lo que viene más adelante”.
“Creo que hemos dado un paso muy grande aunque es solo un pasito. Los dos puntos más importantes están inconclusos: justicia y no repetición. Lo que sigue es hacer que realmente se cumpla la sentencia y que no haya represión hacia las luchas sociales”, Edith Rosales.
Las mujeres de Atenco coincidieron en que la sentencia de la Corte IDH es una victoria para todo México y esperan que continúe la solidaridad para ellas y su lucha que aún no termina.
Una de las personas que las han acompañado durante todos esos años de lucha, es Stephanie Brewer integrante del Área Internacional del Centro ProDH, quien celebró la sentencia y refirió que “es realmente importante porque fue iniciativa y persistencia de estas 11 mujeres denunciantes, eso ha permitido abrir posibilidades para la verdad y la justicia que en otra situación hubiera quedado en la impunidad”.
Paola Limón, integrante del Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (Cejil), destacó que la sentencia tiene carácter obligatorio, es decir, el Estado mexicano debe cumplir con cada uno de los requerimientos. Además, dijo que la sentencia “es una oportunidad para un cambio cultural y que esto no vuelva a ocurrir”.
Durante el 3 y 4 de mayo de 2006, en San Salvador Atenco y Texcoco, se realizaron una serie de operativos policiales que derivaron en la detención de 200 personas. De ese grupo, 47 fueron mujeres y 31 recibieron algún tipo de agresión sexual. De ellas, 11 se levantaron y decidieron denunciar lo ocurrido. Perseveraron en su búsqueda de justicia y en 2008 acudieron a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos que desembocó en la sentencia de la Corte IDH.