México.- Al terminar las clases en la primaria, se quitaba los zapatos y a jugar beisbol, recordó Andrés Manuel López Obrador.
Durante la inauguración del Salón de la Fama de Beisbol Mexicano en Monterrey, el presidente evocó su infancia en Tabasco cuando los niños salían a jugar descalzos y sin camisa, “casi andaba uno desnudo”, con pelotas y bats hechos por la gente del pueblo.
“Cuando salimos de vacaciones y nos llevaban a Veracruz, era el goce más importante ir a una tienda de artículos de beisbol a comprar los guantes, las pelotas”, contó el mandatario en Nuevo León, acompañado del gobernador Jaime Rodríguez Calderón “El Bronco”.
En lugar de la rodilla, López Obrador se fracturó el dedo meñique derecho por jugar su deporte favorito. Platicó que jugaba de center fielder (jardinero) porque tenía buen brazo y en una jugada se tiró de cabeza, el brazo le quedó abajo del cuerpo con el dedo recargado.
“Era cosa de ir con el cura hueso, pero se fue pasando el tiempo y yo creo que cayó rebaba y ya no lo enderece y lo tengo así porque tiene que ver con una jugada, con una atrapada”, dijo.
También se acordó de las narraciones en la radio del “Mago”, Pedro Septién, a quien conoció, pero inventó algunas jugadas.
Incluso, en 2016 asistió a un juego de la MBL y platicó con el jugador dominicano, David Ortiz, “que fue el año en que se retiró en San Diego y fue muy importante participar y ver un juego de estrellas”.
López Obrador asistió al Parque Fundidora junto con el jefe de Presidencia, Alfonso Romo; el alcalde de Monterrey, Adrián de la Garza; y el presidente del Salón de la Fama, Alfredo Harp Helú.
El mandatario agradeció a Harp Helú, quien a su consideración es el principal promotor del “rey de los deportes” en el país.
Al finalizar el evento, Obrador canceló un timbre postal con la temática de beisbol.