México. - En años recientes, la iniciativa privada ha impulsado sus labores en responsabilidad social, ya sea a través de programas para la mejora de la salud, la investigación, el medio ambiente o el rescate de comunidades vulnerables, mostrando un fuerte compromiso con la sociedad.
Entre estos programas destacan algunos como “Gol por México”, de Televisa y GNP; “Del amor nace la vista”, de Fundación Cinépolis; “Un mundo sin residuos” de la Industria Mexicana de la Coca-Cola; así como el “Proyecto Integral de Recuperación (PIR)”, de Cemex.
Una de las acciones más completas para ayudar a la población mexicana la tiene desde hace varios años la empresa regiomontana Cemex.
La cementera ha hecho público el programa denominado PIR, con el que logró la mejora integral de vida de 139 familias en comunidades vulnerables de Chiapas y Oaxaca, las cuales quedaron devastadas tras los sismos del 2017.
Además, integró acciones como capacitación para el autoempleo, atención médica y prevención de desastres. Las comunidades beneficiadas por el PIR fueron Asunción Ixtaltepec, en Oaxaca, así como el ejido de VIllahermosa, ubicado en Villaflores, Chiapas.
En el caso de Oaxaca, el PIR entregó 62 viviendas, mientras que, en Chiapas, 77 familias participaron en la construcción de sus nuevos hogares. De esta manera, entre ambas poblaciones suman más de mil 700 personas favorecidas con una nueva casa y modo de vida bajo un enfoque resiliente, es decir, la capacidad de sobreponerse a la adversidad y salir más fortalecido.
¿En qué consistió el Proyecto Integral de Recuperación?
El Proyecto Integral de Recuperación consta de cuatro etapas, las cuales se dividen en respuesta, recuperación, mitigación y preparación. En primera instancia, las comunidades participan en la autoconstrucción asistida y trabajo comunitario, luego reciben atención médica y apoyo psicosocial; posteriormente, se elabora un diagnóstico de daños.
El siguiente paso contempla la prevención de desastres, en el cual los habitantes, acompañados por expertos en la materia, analizan riesgos y proponen estrategias y planes a seguir en caso de que un siniestro natural se repita, con el objetivo de que la comunidad no sufra el mismo daño.
Teniendo claros estos objetivos, se definen mecanismos de respuesta y se realizan simulacros de evaluación, en los cuales se prioriza la vida en todo momento.
Los efectos de este proyecto en las comunidades seleccionadas saltan a la vista ya que, gracias a las actividades implementadas por el PIR, ambas comunidades fortalecieron su tejido social. Así, el panorama desalentador que enfrentaban se convirtió en una esperanza de un futuro mejor para sus familias.
Por ello, el diseño participativo de las viviendas estuvo coordinado por el Centro CEMEX-Tec, que recopiló todas las necesidades y sugerencias de las comunidades, para luego crear un modelo idóneo para sus nuevos hogares.
Este tipo de proyectos se suman al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) impulsados por las Naciones Unidas, los cuales contemplan poner fin a la pobreza, al hambre, garantizar una vida sana para todas y todos, así como la reducción de la desigualdad entre todos los países, entre otros.
México continuará requiriendo la valiosa participación de empresas socialmente responsables para el desarrollo de las comunidades en situación vulnerable, lo que impulsará el crecimiento de un mejor país.