México.- Corría abril del año 2002. A unos cuantos meses de los atentados terroristas del 11 de septiembre en Nueva York, se celebraría la Cumbre Extraordinaria de las Américas en Monterrey Nuevo León.
El entonces presidente de México, Vicente Fox, intentó por todos los medios el evitar que Castro se encontrará en el evento con el presidente de Estados Unidos, George W. Bush.
En un audio de la “negociación” llevada a cabo el 19 de marzo de 2002 difundida por el propio gobierno cubano Fox le señaló a Castro: “Oye, Fidel, de cualquier manera, está la invitación a que me acompañes a la comida, que eso sería como a la 1:00 de la tarde ó 1:30 y acabando de comer, entonces puedes salir”, le pidió de favor que no hubiera “declaraciones” y “no agredir a EU”, en específico a George Bush, quien llegaría después.
Pese a que no le agradó nada la sugerencia de Fox, Fidel llegó a Monterrey, pronunció su discurso y básicamente “comió y se fue”.
Llegando a Cuba, Castro mostró su largo colmillo político y reveló el audio interceptado por sus servicios secretos, lo que causó un conflicto considerable y un enfrentamiento en las relaciones diplomáticas cubano-mexicanas.
Para echar más sal a la herida, Fidel señaló después de presentar el audio, que si se comprobara que la grabación no era verídica, renunciaría. No es necesario aclarar que no tuvo que hacerlo.