México.- Alejandro Encinas, subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración, dijo que El Rancho el Papalote podría ser una de las "cocinas" para deshacer cuerpos más grandes del estado. El predio, del tamaño de dos campos de fútbol, fue utilizado por el grupo delictivo Los Zetas para quemar en tambos a cientos de personas.
El “acompañamiento será continuo”, aseguró Encinas a las familias este viernes. Desde el 2013 el gobierno mexicano supo de la existencia de este rancho por la declaración de un detenido. Sin embargo, las autoridades dejaron el predio abandonado.
Fue hasta septiembre de 2017 cuando colectivos de víctimas tomaron la iniciativa para buscar a sus familiares desaparecidos. Lo que encontraron fue un “campo de exterminio”.
El Rancho el Papalote resultó ser un escondite para Los Zetas. Aquí elaboraron un sistema para incinerar cuerpos; en tambos de 200 litros se quemaron cadáveres con diésel y leña durante horas. Los restos fueron arrojados a un río cercano que dispersó los huesos.
Desde entonces miles de fragmentos humanos quedaron esparcidos entre la vegetación y la tierra. Para los familiares de los desaparecidos el gobierno mexicano terminó de estropear el caso. “Dejó pasar tiempo valioso”, asegura Graciela Pérez, quien busca a su hija Milinaly, desaparecida en 2012.
Con una minuciosa revisión de restos humanos, cuyos tamaños pueden ser hasta de una semilla, lo familiares han acumulado alrededor de 100 kilogramos de restos humanos.
Desde septiembre de 2017, una treintena de familiares de desaparecidos se dividen el trabajo para buscar restos en El Papalote.
Familiares de desaparecidos aprovechan la oportunidad para pedir ayuda. Los colectivos Voz y Dignidad por los Nuestros y Milynali Red le explican a Encinas que el problema no es hallar los huesos, sino su identificación, pues una vez que entregan los restos a la Fiscalía General los restos no son identificados, ni contrastados con perfiles genéticos.
Varias organizaciones de víctimas tienen localizados al menos 47 lugares que pudieron ser utilizados como “cocinas” por Los Zetas. En estos sitios ubicados entre los límites de Tamaulipas y San Luis Potosí no han sido investigados por la Fiscalía General.
Con información de Pie de Página