Durante el tiempo de traslado entre Mazatlán y el hangar de la Marina en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, federales tuvieron la oportunidad de platicar con Joaquín Guzmán Loera.
Estas son algunas de sus confesiones:
“No tengo lana, es una leyenda de Forbes”
Respondió ante los señalamientos que lo convirtieron en uno de los hombres más ricos e influyentes del mundo. De acuerdo con la revista, el narcotraficante tenía ingresos por 3 mil millones de dólares por introducir el 25% de las drogas a territorio estadounidense, los mayores consumidores del planeta.
Los crímenes
Aceptó haber asesinado entre 2 mil 3 mil personas, entre ellas a Ramón Arellano Félix. Negó participar en el asesinato del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo, crimen por el que fue capturado en 1993 en Guatemala.
Tras la fuga del penal de Puente Grande
Tras su fuga en 2001 se refugió en Nayarit y después en su rancho de Badiraguato, Sinaloa. Luego se alojó con los hermanos Beltrán Leyva pero como sospechaba que querían matarlo, rompió con ellos.
Otros narcotraficantes
Tras la liberación de Rafael Caro Quintero, comió con él. En la conversación el viejo capo le aseguró que no quería volver al negocio de las drogas. Sobre Ismael “El Mayo” Zambada, su principal socio, reveló que se esconde en la sierra, mientras que Juan José Esparragosa, “El Azul”, quizás estaba en Guadalajara.
Respecto al ex jefe de Los Zetas, Heriberto Lazcano Lazcano, señaló que era su enemigo pero que ante todo era un caballero.
Finalmente, sobre Servando Gómez “La Tuta” y el resto de Los Caballeros Templarios los calificó de “rateros mugrosos”.
El Mayo Zambada