México.- En México, la lucha fundamental es contra la corrupción política, puntualizó Andrés Manuel López Obrador en Washington, Estados Unidos, donde se encuentra de gira para presentar su proyecto de nación.
En el foro organizado por el Centro Woodrow Wilson y el Diálogo Interamericano, el líder del Movimiento Regeneración Nacional (Morena) también resaltó que la relación México-Estados Unidos debe girar en torno a la cooperación, con base en el respeto a la soberanía nacional.
“El principal problema de México es la corrupción. Acabar con ello es el renacimiento de México”, expuso el tabasqueño ante analistas, ex diplomáticos, académicos, organizaciones no gubernamentales y estudiantes.
Reiteró que acabar con ese flagelo es la “medida radical”, y sostuvo que la corrupción se “origina en la cúpula de la pirámide, en las altas esferas del poder político y económico”, y ofreció: “vamos a limpiar al gobierno, de arriba a abajo, como se barren las escaleras”.
Andrés Manuel indicó que se impulsará una campaña de “moralización nacional”, la “honestidad como forma de vida” y gobernar con “austeridad republicana”.
El rescate del campo y la meta de la autosuficiencia alimentaria, son algunos de los proyectos estratégicos que integran su proyecto de nación, indicó.
En este sentido, Obrador insistió en que la recuperación del campo no es sólo un asunto económico, sino que se debe restablecer una relación social, y es importante también el uso del sector energético “como palanca de desarrollo”.
Tocó temas como el petróleo, así como proyectos de infraestructura y transporte, incluyendo ferrocarriles y puertos.
Sobre la relación con Estados Unidos, el político tabasqueño declaró que se asumirá “una actitud respetuosa” con Washington. “No nos vamos a pelear con el gobierno de Estados Unidos”, pero “haremos valer la soberanía”, destacó.
Para el líder de Morena, la “cooperación para el desarrollo” sería el eje de la relación bilateral, algo que sería fundamental para reducir algunos de las factores que generan la migración.
Y reafirmó que se defenderán los derechos de los trabajadores mexicanos en Estados Unidos, así como se comprometió a que los consulados se dediquen casi exclusivamente a esa tarea durante su gobierno.
Fue inevitable preguntarle sobre la crisis en Venezuela, a lo que López Obrador reiteró el principio de no entrometerse en los asuntos de otros países, pero aclaró que siempre favorece el diálogo en todo conflicto, dentro y fuera de su propio país.
En ese sentido, acotó: “no tengo relación con el gobierno venezolano”, aunque Peña Nieto y otros desean promover el temor al afirmar que si él gana las elecciones convertirá a México en una Venezuela.