México.- El Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA) presentó un informe sobre el impacto económico del embarazo adolescente en México, destacó que esta problemática además de afectar el desarrollo profesional de niñas y adolescentes, tienen un impacto económico en el país de casi 63 mil millones de pesos por el gasto que implica cada embarazo, los ingresos y empleos que pierden las mujeres al ser madres a corta edad.

De acuerdo con el documento presentado en conferencia virtual, otra consecuencia es la pérdida de ingresos fiscales por más de 11 mil millones de pesos; y resaltaron que por el número de embarazos adolescentes, la región de América Latina y el Caribe sólo está por debajo de algunas regiones de África en lideran en esta cifra.

“El embarazo adolescente propicia en un gran número de casos que las menores de edad abandonen la escuela, pierdan la oportunidad de conseguir un buen empleo y tengan altas probabilidades de mantenerse en una situación de pobreza”.

Arie Hoekman, representante del UNFPA 

Durante 2018, según el informe, México registró 70.6 embarazos por cada mil mujeres adolescentes, cifra con la que se puede calcular que al año se pierden 62 mil millones 975 millones 418 mil 700 pesos en costos socioeconómicos; más de 11 mmdp por ingresos fiscales; y por el costo en la actividad laboral, 3 mil millones 021 millones 629 mil 469 pesos del gasto público.

Abandono escolar por embarazo adolescente

Sobre las pérdidas por el abandono escolar en una etapa adolescente a consecuencia de un embarazo, el documento detalla que únicamente el 6.68% de las mujeres que fueron madres adolescentes lograron estudiar una carrera o posgrado, y 22.18% son las mujeres que fueron madres en edad adulta y consiguieron estos niveles de estudio.

Asimismo, cada año los servicios públicos de Salud gastan $5,884,524,506 para atender embarazos y partos adolescentes; y el gasto anual en hospitales particulares por la atención del parto es de más de mil millones de pesos, cantidades que según Arie Hoekman, podrían invertirse en la prevención del embarazo o medidas que beneficien a las y los adolescentes.

“Un embarazo adolescente impacta negativamente en la vida de las mujeres. Quienes han sido madres adolescentes: tienen un logro educativo menor, perciben ingresos inferiores, tienen trabajos más precarios, y presentan mayores niveles de desempleo”.

Arie Hoekman, representante del UNFPA 

Por su parte, la directora de la organización IPAS México, Maria Antonieta Alcalde, señaló que la cifras presentadas en el informe son el reflejo de las fallas en el sistema educativo y de salud de México; y la presidenta del Instituto Nacional de las Mujeres, Nadine Gasman, hizo un llamado para evitar normalizar esta problemática.

Gasman agregó que entre los 10 y 14 años debe pensarse como un acto forzoso o impuesto, “producto de la violencia sexual que en la pandemia se hizo más presente”, y también se retomaron las cifras del Consejo Nacional de Población, que hace unos días aseguró que por el confinamiento de Covid-19, podría haber un incremento del 20% de embarazos no deseados de los cuales, 21 mil 575 podrían ser en adolescentes.