Chihuahua.- El Papa Francisco clamó en contra del narcotráfico y la explotación humana en la misa binacional que celebró esta tarde en la frontera entre Ciudad Juárez, Chihuahua, y El Paso, Texas. 

El Sumo Pontífice dedicó su mensaje a la misericordia y lamentó las situaciones de violencia, inseguridad y pobreza que provocan que miles de migrantes de Centroamérica, México, y el Mundo, crucen a diario las barreras fronterizas en búsqueda de un porvenir. Francisco también dedicó algunas palabras a las víctimas de femenicidios.

"Frente a tantos vacíos legales se tiende una red que atrapa a los más pobres. Injusticia que se radicaliza en los jóvenes, ellos, carnes de cañón, son perseguidos y amenazados, cuando tratan de salir de la espiral de violencia y el infierno de las drogas. Qué decir de tantas mujeres a quienes les han arrebato injustamente la vida" 

Francisco se dirigió a las víctimas de trafico de personas e hizo un llamado a olvidar las estadísticas para abordar la crisis migrante global con un enfoque humanista. El obispo de Roma agradeció el trabajo de organizaciones que defienden los derechos humanos, y reconoció su valor para la sociedad e iglesia. 

"¡No más muerte, ni explotación! Siempre hay una salida, siempre hay tiempo de implorar la misericordia del padre. Sé del trabajo de tantas organizaciones de la sociedad civil, a favor de los derechos de los migrantes. Sé del trabajo comprometido de religiosas, religiosas, laicos, en el acompañamiento de la defensa de la vida. Son profetas de misericordia". 

Finalmente, Francisco hizo mención a los fieles reunidos del otro lado de la frontera, en el Estadio de la Universidad de Texas en El Paso, por considerar que dan prueba de la unidad religiosa. 

De acuerdo con datos preliminares, entre los asistentes a la misa pública y las personas en vallas de la ciudad, alrededor de 1 millón 500 mil personas estuvieron presentes en el último acto del Papa Francisco en México.