Londres, 26 mar (EFE).- El primer ministro británico, David Cameron, anunció hoy que en 2015 se duplicarán los fondos destinados a la investigación contra la demencia con el fin de hacer frente a lo que consideró "una crisis nacional".

En 2010, el Reino Unido destinó 26,6 millones de libras (31,8 millones de euros) a la investigación sobre este conjunto de enfermedades, entre las que se encuentra Alzheimer, y en 2015 esa cantidad ascenderá a 66 millones de libras (79 millones de euros).

El Ejecutivo presidido por Cameron se comprometió también a presentar un plan para promover la búsqueda de nuevos tratamientos y asegurar que el sistema público sanitario esté suficientemente equipado.

"Lo hicimos con el cáncer en los setenta y con el VIH en los ochenta y los noventa. Combatimos el estigma, estuvimos a la altura del reto y logramos avances enormes en la lucha contra esas enfermedades mortales. Ahora tenemos que hacer lo mismo con la demencia", subrayó Cameron.

El Reino Unido espera convertirse en el país líder en la lucha contra estas enfermedades, que afectan a alrededor de 800.000 británicos, una cifra que se prevé que alcance el millón a lo largo de la próxima década, según datos de la Sociedad del Alzheimer.

La elevada incidencia de la demencia supone para el Servicio de Salud británico (NHS) un coste aproximado 23.000 millones de libras (27.000 millones de euros) al año, que podría ascender a 27.000 millones de libras (32.000 millones de euros) en 2018.

Los gastos asociados a la demencia son ya, según el "premier" británico, superiores a los de otras enfermedades, como el cáncer o los infartos.

"La demencia es una terrible enfermedad y es un escándalo que como país no hayamos estado a la altura. El nivel de diagnóstico, la comprensión y el conocimiento de la demencia es alarmantemente bajo. Es como si hubiéramos estado inmersos en una negación colectiva", afirmó Cameron.

El secretario de Estado de Asuntos Sociales, el liberaldemócrata Paul Burstow, explicó a la cadena británica BBC que, además de esta suma, el Ejecutivo presidido por David Cameron destinará a los hospitales 54 millones de libras (64,5 millones de euros) para mejorar el diagnóstico precoz.

Se incluirán también las pruebas de la demencia dentro de los chequeos rutinarios que los médicos de cabecera ofrecen a los británicos de entre 40 y 74 años para diagnosticar posibles síntomas de diabetes, enfermedades cardiovasculares y renales.