México.- Vestidos de blanco, con los rostros de sus hijas impresas en playeras, veladoras, flores de cempasúchil, cruces rosas, así como fotos que indican la fecha y lugar del feminicidio, las familias de las víctimas montaron una ofrenda en la explanada del Monumento a la Revolución, para recordar a las miles de mujeres que ha matado la violencia feminicida en México.
El Segundo Encuentro Nacional de Víctimas y Huérfanos por Feminicidio sucedió este 1 de noviembre al reunir a familias de mujeres asesinadas. Ellos querían montar la ofrenda en la Victoria Alada para hacer resonar su exigencia de justicia en medio de la conmemoración que se vive en la capital del país por ser Día de Muertos, pero no sucedió así porque las autoridades decidieron cerrar el Ángel con vallas metálicas.
Ante esa adversidad, las familias se movilizaron a la explanada del Monumento a la Revolución para comenzar la segunda jornada de víctimas y enseñar a la sociedad que la crisis de inseguridad, sobre todo contra las mujeres, continúa creciendo y al mismo tiempo, muchas casos permanecen en impunidad por negligencia de las autoridades de todos los estados del país.
La organización Los Machos Nos Matan en México convocó a esta reunión para visibilizar los feminicidios y la desaparición de mujeres, así como las consecuencias e impactos que éstos tienen en la vida de las familias a las que le son arrebatadas una mujer, y por lo tanto nunca vuelve a ser lo mismo, complicándose este proceso con las trabas de las autoridades para proporcionar justicia y verdad.
"El segundo encuentro de víctimas es para visibilizar la pandemia que está exterminando a las mujeres, a todos los que estamos aquí ya nos asesinaron de forma cruel a una parte de nuestra vida. Buscamos visibilizar nuestra historia porque son mujeres valiosas y buscamos que la autoridad haga su trabajo".
Sandra Soto
En la explanada del Monumento hay fotos de niñas víctimas de feminicidio infantil en Ecatepec, Estado de México; mujeres de Tamaulipas, Ciudad de México, Coahuila, Chiapas, Baja California, Oaxaca, Quintana Roo. Y participan desde familias que llevan años en el camino por justicia, hasta aquellas que apenas decidieron hacer su caso público o han pasado pocas semanas desde que el feminicidio cambió su vida.
A lo lejos, cuando se observa su ofrenda, también se ven las cruces rosas que representan sus asesinatos. Cada foto es una mujer que pudo estar conmemorando esta tradición mexicana con sus seres queridos pero que ahora su voz se escucha a través de sus mamás, papás, hijos, hermanas, hermanos, amigos y gente solidaria que se une a la protesta por cesar la violencia hacia las mujeres.
Cerca de las 6 de la tarde, el colectivo Invisibles nos hacemos Visibles realizó un performance para representar cómo la violencia apaga la voz a de miles de mujeres que tenían proyectos de vida, estudiaban para salir adelante, eran mamás e hijas que cada celebraban su cumpleaños con sus seres queridos. Mujeres que estaban a punto de titularse y no pudieron llegar a su graduación porque una persona así lo decidió.
"Queremos hacer honrar a nuestras mujeres y exigirle al gobierno federal seguridad para las mujeres que seguimos vivas; a los impartidores de justicia pedimos sentencias condenatorias ejemplares, aunque justicia sería que ellas estuvieran vivas".
Sandra Soto
La ofrenda por feminicidios es un llamado a la autoridad, a los gobernadores, al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, para proporcionar justicia, para que se llaman por lo que son: feminicidios y no homicidios dolosos; para que agilicen las investigaciones y dejen de revictimizar a más familias; para no haya más mujeres asesinadas, según dijeron las víctimas.
"Queremos justicia para todas", "Ni una más", "Justicia", "Vivas se las llevaron, vivas las queremos" fueron las principales insignias de la mega ofrenda, pues con ello las familias quieren visibilizar su caso, que sea público a través de medios de comunicación, porque según sus testimonios, es una de las maneras para que las investigaciones avancen.
A la ofrenda llegaron las mamás de Karla Yesenia Gómez Velasco de Chiapas; de Areli Mendoza Arguello, asesinada en CDMX; de Jessica Sevilla Pedraza del Estado de México; de Serymar Soto de Coahuila; también la mamá de Fátima Quintana y el hijo de Diana Elizabeth Villafañez Satin, entre muchas más.
María Salguero, la creadora del mapa de feminicidios y que también acompaña este movimiento nacional, informó que de enero de 2019 a septiembre del mismo año, ha registrado 2 mil 34 feminicidios en México, por lo que ya se considera una pandemia incontenible.