Mucha polémica se ha generado alrededor de la pena de muerte en México, una práctica que existió desde la época prehispánica. No fue hasta 1917 con la promulgación de la Constitución Política que dicho método fue prohibido en el país.

Queda prohibida la pena la pena de muerte por delitos políticos, y en cuanto a los demás, solo podrá imponerse al traidor a la patria en guerra extranjera, al parricida, al homicida con alevosía, premeditación y ventaja, al incendiario, al plagiario, al salteador de caminos, al pirata y a los reos de delitos graves de orden militar”.

El precedente fue redactado en el párrafo tercero del artículo 22 de la Constitución Política de 1917. En México esta práctica se suprimió durante la administración de Vicente Fox, quien se opuso a la pena de muerte como cuestión de principio.

Aunque la pena de muerte existió a nivel federal, en 1975 todos los estados de la República Mexicana decidieron abolirla. En la actualidad, el gobierno federal se opone totalmente y se asegura que los ciudadanos reciban protección consular.

Fue el 9 de diciembre de 2005 cuando el presidente Vicente Fox decidió suprimir la práctica y unirse a los países que tienen “respeto por la vida”. El mandatario explicó en su momento que la pena de muerte es contraria a los derechos humanos, y considera a la vida como uno de ellos.