México.- La Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) del Gobierno Federal dio a conocer este 26 de marzo el informa final de la investigación sobre el accidente aéreo en el que murieron la vida la gobernadora poblana Martha Érika Alonso y su esposo, el senador Rafael Moreno Valle, ocurrido el 24 de diciembre de 2018.
El titular de la dependencia, Javier Jiménez Espriú, acudió a la conferencia matutina de Palacio Nacional y explicó que, luego de más de un año de peritajes se pudo determinar que la causa de la caída del helicóptero fue una falla en un actuador lineal, que causó un alabeo (inclinación) repentino hacia la izquierda, que el piloto no pudo corregir.
La pieza no tenía reportes previos de falla, continuó Jiménez Espriú, pero durante una tomografía computarizada realizada tras el accidente “se encontró que tenia dos pequeños tornillos sueltos”.
“El contacto de uno de éstos con las terminales uno y dos de la tarjeta electrónica que los comanda permitió la posibilidad de un desplazamiento no comandado”.
Javier Jiménez Espriú
Actuadores lineales causaron caída del helicóptero en que murieron Martha Érika Alonso y Rafael Moreno Valle
Javier Jiménez Espriú agregó que el 13 de diciembre de 2018, once días antes del accidente en que murieron Martha Érika Alonso y Rafael Moreno Valle se realizó una inspección física a la aeronave había revelado daños en otro de los actuadores lineales, el cual ya había sido sometido a reparación.
Sin embargo, “el taxi aéreo y la tripulación siguieron operando el helicóptero, aun sabiendo del mal funcionamiento del mismo actuador”.
Con esta información, el peritaje pudo determinar como causa probable del accidente lo siguiente:
"La perdida del control del helicóptero debido a un alabeo repentino hacia la izquierda que no fue recuperado por el piloto al mando, provocando que el helicóptero se divirtiera en vuelo e impactara con esa configuración contra el terreno”.
Asimismo, la investigación reveló que la reparación del actuador a la que se hace referencia en el peritaje se llevó a cabo luego de que el 25 de junio de 2018, casi 5 meses antes del accidente, se reportara en la bitácora de vuelo de la aeronave un “cambio repentino de rumbo con Director de Vuelo Engarzado”.
Tras este reporte, los técnicos de mantenimiento realizaron una inspección al sistema de vuelo y solicitaron la reparación del actuador, acción que se llevó a cabo en el taller Precisión Accesories & Instruments (PHP-PAL). El 10 de septiembre, se volvió a instalar la pieza en el helicóptero.