México.- El Gobierno de México abandonó a los casi 40 millones de niñas, niños y adolescentes (NNA) del país durante la pandemia de coronavirus Covid-19, con falta de políticas públicas que frenaran el impacto de la emergencia en su desarrollo, según informó la Red por los Derechos de la Infancia (Redim) en su balance del 2020.
Este 6 de enero, Día de Reyes Magos, el director de la organización, Juan Martín Pérez García, acudió a Palacio Nacional a entregar a las autoridades federales el Balance Anual 2020, mismo que fue presentado en conferencia de prensa. Acusó que el Estado mexicano dejó de lado las necesidades y opiniones de NNA, a pesar de que la pandemia agudizó las condiciones de violencia en su contra tanto en sus hogares como en las calles.
“Muchos enfrentan un gran problema en casa porque la violencia llegó hasta ahí. Se han incrementado los casos de abuso sexual, de corrupción de menores y embarazos tempranos y de nuevo el Gobierno los desprotegió porque no consideraron los riesgos especiales que enfrentan en el marco de la actual emergencia sanitaria”.
Juan Martín Pérez García
Redim pide retomar consecuencias de la sindemia
En el documento, la Red enfatizó en la necesidad de que las autoridades sanitarias dejen de reducir la estrategia de control de la pandemia a temas médicos o biológicos, y comiencen a integrar un enfoque “sindémico” que permitiría visibilizar las desigualdades sociales y afectaciones entres grupos vulnerables.
“Un error en la pandemia fue pensar que a los niños no les pasaba nada, que eran inmunes, pero la Organización Mundial de la Salud ya aclaró que esto es falso. En México tenemos a miles de niños positivos a Covid-19 y cerca de 500 han muerto, la mayoría adolescentes con problemas de salud asociados”.
Juan Martín Pérez García
Desde la Redim buscan que el tratamiento de la Emergencia Sanitaria se realice desde las interacciones biológicas y sociales importantes para el pronóstico, tratamiento y política de salud, así como analizar sus orígenes sociales y diseñar programas que puedan revertir las disparidades de las sociedades.
{username} (@derechoinfancia) January 6, 2021
Aseguran que “un enfoque sindémico” permitirá relacionar la pandemia de coronavirus con epidemias de obesidad, violencia sexual, violencia armada, desigualdad económica y abandono escolar que afectan a niñas, niños y adolescentes.
Violencias contra NNA aumentaron en 2020
La Red también destacó que el confinamiento derivado de las medidas sanitarias por la pandemia, agudizó los riesgos de violencia contra niñas, niños y adolescentes como discusiones y tensiones en el hogar. Pero fuera, registraron un aumento con respecto al 2019 en trata de personas (27.7%), rapto (21%) y feminicidio (17.7%).
“Al desagregar los datos miramos que las mujeres fueron más afectadas por los delitos como feminicidio, rapto, corrupción de menores, trata de personas y tráfico de menores; mientras que los hombres lo fueron por los delitos de homicidio, secuestro, lesiones y extorsión”.
Balance Anual 2020
Las entidades más inseguras en 2020 para la infancia fueron Guanajuato, Michoacán y Estado de México. Entre enero y junio las denuncias por pornografía infantil aumentaron 157%, crecimiento asociado a que la infancia y adolescencia se volvieron más vulnerables ante la desprotección y abandonó durante la pandemia.
Salud, trabajo infantil y educación
Redim explicó que la pandemia ha afectado significativamente la vida y bienestar de las niñas, niños y adolescentes pues al 04 de diciembre de 2020, se han registrado 33 mil 721 casos positivos en todo el país, con mayor vulnerabilidad de contagio a la población de 12 a 17 años.
Sobre el tema de educación, resaltaron que el cierre de las escuelas afectó a 25.5 millones de estudiantes de educación básica y 5.2 millones de estudiantes de educación media superior; y del programa “Aprende en casa”, el 48.5% de familias reportaron dificultades para continuar con la educación por falta de una computadora o internet, señal de televisión digital y condiciones óptimas para estudiar.
Lo anterior, aunado al desempleo y aumento de pobreza, prevén que ocasionará incremento del trabajo infantil; es decir, se podrían sumar 2.5 millones de niñas, niños y adolescentes trabajadores a los más de 3 millones que ya existen en México con todos los riesgos asociados a sus derechos.