México.- El amor por sus hijas gemelas, de 2 años, llevó a que Joaquín “El Chapo” Guzmán diera un giro en su vida: bajó su seguridad y hasta cambió la sierra por la ciudad para estar cerca de las niñas.
De acuerdo con la Procuraduría General de la República (PGR) desde mediados de 2013, el líder del cártel de Sinaloa se apartó de sus escoltas y mantuvo un bajo perfil en Culiacán, Sinaloa, donde comenzó a residir.
"Estaba enamorado de ellas. No podía estar más de 10 días sin verlas", revela una fuente ministerial, a Reforma.
Como se recordará, el titular de la Secretaría de Gobernación (Segob), Miguel Ángel Osorio Chong, aseguró que momento de su detención, Joaquín Guzmán estaba acompañado por Emma Coronel y sus dos hijas.
En Mazatlán, donde fue capturado, “El Chapo" se había quedado sólo con un mandadero y vigilante y una cocinera identificada como Valdovina, "La Chapis", de 26 años.
Además, tenía cerca a Manuel López Osorio, "El Picudo", quien lo rescató el 17 de febrero de los desagües de Culiacán y lo llevó a Mazatlán.
Reforma detalla que el capo antes viajaba en un convoy de camionetas de lujo blindadas, pero luego comenzó a manejar sus propios vehículos, pues fue visto en Culiacán, a bordo de un Jetta y un Sentra.
La Marina ya llevaba a cabo el operativo contra su red, cuando el vehículo ingresó, en la segunda semana de febrero, en uno de los cinco domicilios que tiene en Culiacán en la colonia Libertadores.
"Buscó casas de bajo perfil, nada ostentosas. Tenía en la mira todas las viviendas de Culiacán que conectaran con su red de túneles para escapar", dijo un agente ministerial.
“El Chapo” no echó mano de sus pistoleros cuando fue detenido por la Marina en el edificio Miramar en Mazatlán.
Con información de Reforma